El nuevo mapa del bus en Ourense provoca quejas vecinales y políticas: «É unha nova arroutada de Jácome»

Miguel Ascón Belver
Miguel Ascón OURENSE

OURENSE

En Seixalbo (en la imagen) denuncian que tendrán la mitad de los buses.
En Seixalbo (en la imagen) denuncian que tendrán la mitad de los buses. ALEJANDRO CAMBA

Asociaciones de Seixalbo, Palmés y Castro de Beiro aseguran que el servicio empeorará con la propuesta de Jácome

03 sep 2025 . Actualizado a las 05:00 h.

El nuevo mapa del servicio de transporte urbano en Ourense, que el gobierno municipal planea implantar el próximo día 16, genera ya muchas dudas e incluso quejas entre las asociaciones vecinales. La Agrupación Miño celebrará este jueves una reunión monográfica para poner en común esas primeras reacciones al anuncio del ejecutivo encabezado por Gonzalo Pérez Jácome.

El presidente de la federación —que aglutina a una veintena de asociaciones de vecinos del municipio— explica que después de ese encuentro será el momento de hacer una valoración más detallada. Sin embargo, Xosé Ramón Piñeiro González sí puede analizar la situación que afecta a su parroquia, Castro de Beiro. Teme por la puntualidad de la nueva línea 13 (Palmés-Barrocás) porque se mantiene su frecuencia en sesenta minutos, pero amplía su itinerario.

«Non sei se vai dar feito o recorrido nunha hora. Xa antes había problemas e agora métenos por San Francisco. A mellora non a vexo», dice el presidente de la Agrupación Miño, que lamenta el modo en que se ha diseñado el nuevo mapa de líneas, sin tener en cuenta la opinión de los vecinos. «Tampouco esperabamos outra cousa porque o alcalde di que as asociacións non representamos a ninguén», recuerda Piñeiro, en referencia a las palabras del regidor ourensano la semana pasada con motivo de la resolución de alegaciones al presupuesto municipal.

La preocupación por la puntualidad de la nueva línea 13 la comparten en Palmés. El presidente de la asociación de vecinos, Eladio Fernández, hace hincapié en que lo que necesitaban es mejorar su conexión con el centro de salud de A Ponte, pero el itinerario anunciado por Jácome llevará al de A Cuña. «Quero pensar que é unha confusión», ironiza Fernández, que lamenta la falta de información sobre las paradas y horarios concretos de las nuevas líneas: «Ninguén sabe nada, só está na cabeza de Jácome».

El presidente de la asociación San Breixo de Seixalbo, Xosé Carballido, ha enviado un comunicado a las 486 familias que pertenecen a la entidad. «Seguiremos con atención o desenvolvemento deste novo plan pois, parafraseando a Murphy, se algo pode empeorar, empeorará», dice el escrito. En su caso, la línea troncal 2A será —tal y como anunciaba el gobierno, la ruta más larga, con cerca de 20 kilómetros— por lo que esperan un refuerzo de vehículos y conductores. Con respecto a la 2B, para la que se prevé su finalización en el tanatorio, reclaman que llegue hasta Seixalbo, incluida la parada interior. Con el diseño anunciado, este núcleo de población tenía 61 frecuencias de ida y de vuelta al día y ahora serán 32.

La oposición arremete contra el plan del gobierno local: «Isto non é planificación, isto é unha nova arroutada do alcalde»

Los cambios anunciados por Gonzalo Pérez Jácome para el próximo día 16 en el servicio de transporte urbano no cuentan con el apoyo de ninguno de los grupos de la oposición. PP y PSOE se posicionaron claramente en contra y es fácil de intuir que el BNG también lo estará, aunque los nacionalistas están recabando datos antes de fijar un posicionamiento al respecto.

«É unha decisión prexudicial para a cidade e para a súa veciñanza. Estamos ante unha reestruturación improvisada, sen detalles claros das paradas, sen horarios definidos, sen garantías de frecuencias reais e cun contrato de concesión do transporte aínda sen renovar. Isto non é planificación, isto é unha nova arroutada do alcalde a costa do servizo público máis básico que ten unha cidade», dice la portavoz del grupo popular, Ana Méndez, que avanza que, en cuanto se ponga en marcha el nuevo mapa, aflorarán los problemas de esta decisión «arbitraria».

El bus urbano, subraya, «non pode ser un experimento». Méndez echa en falta diálogo con los vecinos y el aval de informes técnicos. «Ourense merece un transporte público pensado para as persoas, non unha ocorrencia que só traerá máis caos do que xa hai a día de hoxe», dice la portavoz del PP, que en el pleno de este viernes defenderá una moción precisamente para reclamar mejoras en el servicio en Palmés, Castro de Beiro, Beiro, Vilar de Astrés y Cudeiro.

El anuncio del nuevo mapa de líneas es, según el PSOE, un «recorte encuberto». Tener menos líneas «significa unha perda clara de cobertura en barrios e núcleos rurais, deixando a milleiros de veciños sen alternativas reais de transporte público», dice la portavoz socialista, Natalia González, que pone en duda la mejora de frecuencias anunciada: «Non haberá máis autobuses nin máis condutores, o que fai imposible garantir un servizo de calidade. Sen reforzo de recursos, é unha promesa irreal que só xera máis desconfianza».

Desde el PSOE creen que la implantación del nuevo mapa de líneas el día 16, en pleno inicio del curso escolar, provocará un «auténtico caos». González reclama la exposición pública de la propuesta del gobierno local y un «período piloto transitorio» para evaluar la eficacia del servicio y corregir deficiencias.