La UD Ourense vuelve a quedarse sin premio en el último tramo de su duelo con el Ávila (1-1)

Habrá que volver a las viejas costumbres y plantar ajos en el césped de O Couto, que por cierto sigue tan irregular como en las semanas anteriores. La UD Ourense se mantiene peleada con el gol y, aunque por fin se adelantó con la diana de Justino, terminó encajando al filo del minuto 90, cuando Pedro Luz anotó un polémico tanto para el Real Ávila, precedido de un contacto evidente con la mano que el colegiado no valoró como punible, pese a las protestas locales. La victoria se resiste: 1-1.

La confrontación comenzó con varias intentonas de los ourensanistas abriendo a las bandas, pero sin precisión en los centros. Las réplicas abulenses también fueron tímidas, en un primer cuarto de hora en el que Osian forzó un córner que terminó rematando fuera Samu Pardo.

El partido se detuvo durante 12 minutos para atender a un espectador que fue evacuado finalmente a un centro asistencial, una vez se estabilizó su estado de salud. El parón dio paso al primer susto para la parroquia local, cuando un centro recogido por Fer Díaz, que cedió a Gonzalo para que terminara blocando Bruno Rielo. Los visitantes estaban apoderándose de la batuta del juego y Lauture habilitó a Markel Ruiz, que cabeceó fuera. Este mismo jugador entregó a Gonzalo para penalizar un error en salida de los anfitriones, que corrigió bien el veterano Pol Bueso.

La reacción de los hombres de Borja Fernández la firmaron Yoel Crespo y Manu Núñez, con un centro del primero que su compañero remató demasiado alto. Con el resultado inicial llegó el paso por los vestuarios y en el banquillo tramitaron las dos primeras sustituciones. Era evidente que faltaba pólvora en la UD Ourense y por eso entraron Jaichenco y Hugo Busto.

Aún así, Simón Luca tuvo que cortar un balón que llevaba marchamo de gol y el equipo de vermello seguía perdiendo balones que no aprovechaba bien el Ávila, de no ser por el chut alejado de Carlos Pérez, que también intimidó en un córner muy cerrado que rechazó Bruno Rielo con los puños. Por si fuera poco, la retaguardia local tuvo que ser retocada por la lesión de Pol Bueso, al que sustituyó Javi Labrada.

La UD Ourense jugaba con notable indecisión y no era capaz de controlar un medio campo indispensable para buscar a sus atacantes, entre los que se sumó Justino para la disputa de los veinte últimos minutos. De ese modo, Borja Fernández incluía a su abrelatas como amenaza para un contrincante que mantenía la posesión del cuero a un nivel favorable.

El balón parado también fue una ayuda más, porque el mismo extremo forzó una falta en su primera incursión clara. El lanzamiento de Champi lo despejó Óscar López, bien situado entre palos. Eran los mejores momentos de la escuadra de O Couto y una recuperación de Jaichenco terminó en los pies del mismo Justino, que dinamitó la contienda con una galopada por el perfil zurdo que resolvió a la postre con un disparo cruzado para cruzar el esférico y alojarlo en las redes.

La afición ourensanista creyó en la primera victoria, pero aún quedaba tiempo y su oponente se lanzó a por la igualada. Hugo Busto pudo matar el partido en una contra que selló con un chut a las manos del meta. Al contrario, llegó el desenlace ya citado, con el gol de Pedro Luz muy protestado por los de casa.

Borja Fernández consideró el partido como el más completo de todos los disputados, pero incidió en su disgusto por la acción final: «Vin unha man clarísima e non gañamos porque non se pitou. Un erro que non foi noso».

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