El Concello de Ourense insiste en que hay pruebas claras contra los sospechosos de incendiar las termas de A Chavasqueira y el fiscal ve «meros indicios»

Marta Vázquez Fernández
marta vázquez OURENSE / LA VOZ

OURENSE

Los dos acusados niegan su participación en el incendio
Los dos acusados niegan su participación en el incendio Santi M. Amil

«Destruyeron el buque insignia del termalismo» aseguró la representante del consistorio, que pide que los investigados compensen a la sociedad ourensana por el daño que provocaron

17 oct 2025 . Actualizado a las 05:00 h.

El incendio que en la madrugada del 24 de abril del 2019 calcinó por completo las termas de A Chavasqueira fue intencionado. Después de dos días de juicio en la Audiencia Provincial de Ourense ha quedado claro que aquel devastador fuego que redujo a cenizas el recinto fue provocado por la mano del hombre, pero las dudas sobre la identidad de los responsables de aquello han sobrevolado una vista que este jueves llegó a su fin. La presidenta del tribunal, Ana del Carmen Blanco, levantó la sesión tras escuchar las conclusiones de las tres partes personadas en el caso. Dos de ellas piden la absolución de los investigados que se han sentado en el banquillo de acusados porque no ven pruebas suficientes para condenarlos. Así lo reconoció el propio fiscal, Julián Pardinas, que aun admitiendo que tiene sospechas de que uno de los encausados «pudo tener algo que ver», aúna en esta ocasión sus fuerzas con la defensa porque cree que los «meros indicios» recabados no son suficientes para avalar una condena de cárcel. «No sabemos qué grado de participación tuvo cada uno; a mí me quedan serias dudas y por eso no acuso», explicó al tribunal, sin olvidarse de mencionar que «la grandeza de nuestro estado de derecho es la presunción de inocencia».

También la defensa, cumpliendo su papel, aspira a lograr la absolución de los dos acusados que han compartido banquillo. Se trata de Manuel G. B., un extrabajador del recinto termal despedido meses antes del suceso, y de Iván V. S., un «íntimo» amigo suyo. El abogado que los representa, Darío Fernández, aludió también a la falta de pruebas que los sitúen en el lugar de los hechos y recordó que ambos tienen coartada, ya que estaban en sus respectivos domicilios la noche de autos. «Aquí todo se ha basado en teorías», aseguró el letrado.

Pero para la acusación particular lo que pasó aquella noche está muy claro. Así lo expuso en su alegato final la abogada que representa al Concello de Ourense en este controvertido asunto. Sostiene que fueron los acusados quienes provocaron el incendio y ve suficientes los indicios reunidos por la Policía Nacional durante los meses de indagaciones posteriores al suceso. «Los dos acusados son autores conjuntos», aseguró Gemma Tamargo, que cuestiona que el principal sospechoso, Manuel, estuviera en su casa cocinando un guiso, como él mismo dijo, en el momento en el que se declaraba el incendio. Aunque su novia corroboró ese extremo y se constató que su móvil estaba en el domicilio, verificándose que intercambió mensajes de WhatsApp con una compañera de trabajo, la letrada cree que todo fue una manipulación por parte de un sospechoso «con conocimientos tecnológicos». «No estaba en la cocina, sino en las termas, provocando el fuego», asegura.

Se refirió también a dos declaraciones comprometedoras que señalarían a este acusado. Una de ellas la hizo su presunto socio. Tras su arresto le dijo a un agente que sospechaba de Manuel porque años antes había quemado la casa de un vecino con el que su padre tenía malas relaciones. Además, un trabajador de las termas corroboró otro comentario hecho por este mismo sospechoso tras registrarse un extraño robo en el recinto. «Dijo que él si quisiera hacer daño lo que haría sería quemarlo todo», explicó. «Eso es un modus operandi», opinó la abogada de la acusación particular, que no pasó por alto tampoco la pista del coche.

Demasiadas coincidencias

Y es que tras varias pesquisas los investigadores de la UDEV de Ourense descubrieron que un Peugeot 206 negro había sido grabado en dirección a las termas de A Chavasqueira a la una de la madrugada de aquel 24 de abril, hora de inicio del fuego. Las cámaras de una clínica dental de la calle Ribeiriño habían registrado, 14 minutos después, al mismo coche circulando en dirección contraria. Se descubrió que se trataba de un modelo semejante al que tenía el principal sospechoso, y aunque no se veía la matrícula, la acusación particular cree que son demasiadas coincidencias. «Era del mismo color, con las mismas llantas e idéntico número de puertas», advirtió la letrada, que también consideró otro indicio de culpabilidad el comportamiento que mantuvo Manuel desde el inicio de la investigación. Lo acusó, de hecho, de intentar «torpedearla» ya que no quiso dar las claves verdaderas de su móvil, aportando números falsos que provocaron su bloqueo, ni tampoco las contraseñas de sus cuentas de correo.

Que ninguno de los sospechosos hubiese querido declarar más que a su abogado es, para ella, otro dato relevante. «Quien calla otorga», dijo. Pidió que sean condenados a diez años de cárcel como autores de un delito de incendio con peligro para las personas, ya que un operario de mantenimiento estaba dentro cuando empezó el fuego y tuvo que salir corriendo, y reclama además que hagan frente a la responsabilidad civil. «Deben resarcir a esta ciudad; destruyeron el buque insignia del termalismo», recordó. La cantidad a abonar, en todo caso, aún no se ha fijado ya que «es muy difícil cuantificar eso». Ahora la última palabra la tiene el tribunal.