Los de Moncho López retoman la competición tras el parón de selecciones
06 dic 2025 . Actualizado a las 05:00 h.Tras un parón de dos semanas el Club Ourense Baloncesto vuelve de nuevo a las canchas y en esta ocasión lo hace en casa. Después de derrotar al Tizona a domicilio (77-99) con una exhibición de consistencia y buen hacer, los de Moncho López encaran el encuentro de este sábado a las 19.00 horas contra el Melilla con ganas. «El equipo está trabajando bien y recuperando el ritmo. Aunque no dejamos de entrenar, condicionados por las ausencias, no pudimos hacer ejercicios con dinámica de juego real», explicaba Moncho López. Aunque también se enfrentan a las lesiones que Kentwan Smith y Rafa Lisboa sufrieron con sus selecciones. El bahameño ya se incorporó este jueves a los entrenamientos y están pendientes del base portugués, con quien en principio cuentan para el partido.
Tampoco pudo trabajar el recién renovado Martín Iglesias. Pero eso no impide mantener la ilusión de los jugadores por la vuelta a la competición. «Es un partido muy importante para nosotros, que consideramos cada cita de liga como una final», confesaba el técnico ferrolano.
Un rival de calidad a batir
Pese a ser cuartos por la cola, Moncho López destacaba el potencial del equipo de Mikel Garitaonandia: «Si quien vea la tabla piensa que el Melilla no es un buen equipo está engañado». Buenas individualidades, excelentes cuerpos y jugadores capaces de doblar posiciones son los ingredientes que Moncho López destaca del rival a título personal. «Tiene un uno contra uno muy fuerte, su entrenador busca mucho eso, jugar más adelantados para que los aleros ataquen el aro», analizaba.
A pesar de llevar una racha donde los números no son favorables para el Melilla, con dos victorias frente a siete derrotas —cuentan con un partido más que el COB—, López no se quiere confiar. «Podrían tener victorias, lo que no quiero es que empiecen aquí», apuntaba.
De nuevo en el Pazo
Aunque lastrados por las lesiones, en el COB no perdieron el tiempo durante el parón de dos semanas para trabajar sin la presión del siguiente partido. «No es lo ideal, es un poco forzado, pero lo sabes con mucha antelación y planificas las cosas», reconocía el técnico. Pese a todo, el equipo regresa con hambre de competir y de estar a la altura. «Tenemos la capacidad de ganar a cada equipo en cualquier campo, siendo humildes y conscientes de nuestra realidad», admitía.
Después de su último partido, el COB llega al Pazo para medirse ante el Melilla con el apoyo de su afición y en su pista. «No lo he hablado con los chicos pero tengo muchas ganas de volver a jugar en casa», apuntaba Moncho López, que vivirá de nuevo la fiesta del baloncesto en Ourense.