Ourense, donde la vigilia del fuego nunca termina
A GUDIÑA · Exclusivo suscriptores
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Bomberos de Málaga sofocan un incendio en A Gudiña.
VÍTOR MEJUTO
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Bomberos de Málaga sofocan un incendio en Erosa, A Gudiña.
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Bomberos de Málaga sofocan un incendio en Erosa, A Gudiña.
VÍTOR MEJUTO
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Bomberos de Málaga en A Gudiña.
Vítor Mejuto
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Vecinos de Pentes colaboran para que el fuego no cruce el camino que les separa de sus casas.
VÍTOR MEJUTO
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Vecinos de Pentes colaboran para que el fuego no cruce el camino que les separa de sus casas.
VÍTOR MEJUTO
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Vecinos de Pentes colaboran para que el fuego no cruce el camino que les separa de sus casas.
VÍTOR MEJUTO
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Militares de la Brilat colaboran en las labores de extinción vigilando un monte en A Gudiña
VÍTOR MEJUTO
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Agentes medioambientales controlan el fuego en Erosa, A Gudiña.
VÍTOR MEJUTO
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Agentes medioambientales controlan el fuego en Erosa, A Gudiña.
VÍTOR MEJUTO
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Camino de Santiago calcinado a su paso por Erosa.
VÍTOR MEJUTO
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Jordi y su familia, hijos de emigrantes en Cataluña, fueron evacuados de sus casas en Pentes.
VÍTOR MEJUTO
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Un brigadista descansa en el incendio de Pentes, A Gudiña.
VOR MEJUTO
Los equipos de extinción viven una vorágine sin fin controlando incendios que se reactivan
20 ago 2025 . Actualizado a las 05:00 h.Todos los grandes incendios son muy pequeños al nacer. Se esconden en los rescoldos humeantes del monte que se creía apagado. En los troncos antiguos de algunos árboles. Una pequeña humareda cerca de un espacio
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