La deuda de los concellos ourensanos se redujo a la mitad en solo cuatro años

Miguel Ascón Belver
miguel ascón OURENSE

A MERCA

Santi M. Amil

Este año los ayuntamientos gastarán más de ocho millones en pagar créditos

29 nov 2017 . Actualizado a las 05:00 h.

El Concello de Ourense inició la semana pasada los trámites para poner a cero sus deudas con los bancos. Culmina así un largo proceso para sanear sus cuentas, un camino que el ourensano ha recorrido junto a la mayor parte de los ayuntamientos españoles. La crisis empujó al Gobierno central a imponer medidas de contención del déficit público y una de ellas obligaba a las entidades locales a dar prioridad al pago de sus deudas antes que cualquier otro gasto. De este modo, en solo cuatro años los concellos ourensanos han reducido a la mitad el dinero que deben a los bancos.

Según los datos recopilados anualmente por el Ministerio de Hacienda y Función Pública, los ayuntamientos de la provincia alcanzaron el máximo de su deuda en el año 2012. Los créditos pendientes de pagar por parte de los concellos ourensanos sumaban entonces 109,6 millones de euros. Sin embargo, las medidas de contención impuestas por el Gobierno central lograron su objetivo y, año tras año, el endeudamiento municipal ha ido cayendo en el conjunto del Estado y también en la provincia.

Los últimos datos publicados por el Ministerio de Hacienda y Función Pública, recogidos a 31 de diciembre del año 2016, dicen que los 92 ayuntamientos ourensanos suman una deuda de poco más de 55 millones euros. Es, aproximadamente, la mitad de lo que debían cuatro años antes. Atendiendo a la liquidación presupuestaria de las entidades locales, cabe destacar que en ese período, obligados por la normativa vigente, los ayuntamientos de la provincia incrementaron el gasto en amortización de deuda. En el año 2012 dedicaban a ese capítulo 13 millones y en el 2016 ya eran 21. Sin embargo, la tendencia fue exactamente la inversa en el gasto en actuaciones de protección y promoción social, que cayó de 39 millones en el año 2010 a 26 el pasado ejercicio. Es la otra cara de la moneda de las medidas de contención del déficit impuestas por el Gobierno central con motivo de la crisis económica.

Además, pese a haber logrado los objetivos previstos, la normativa sigue vigente y los ayuntamientos deben continuar dando prioridad al pago de sus deudas. De este modo, los 55 millones pendientes de pago a 31 de diciembre del año pasado aún serán menos cuando dentro de poco más de un mes el Ministerio de Hacienda y Función Pública recopile los datos definitivos del actual ejercicio. Además de la decisión tomada por el Concello de Ourense de pagar ya sus últimos créditos pendientes, cabe destacar que el conjunto de los ayuntamientos de la provincia presupuestó para este año un gasto de algo más de ocho millones para la amortización de sus deudas.

La Diputación pagará también sus préstamos pese a ser «antieconómico»

El Concello de Ourense le ha ganado la partida a la Diputación en la carrera hacia la deuda cero, pero la institución provincial también alcanzará ese objetivo en breve. La entidad presidida por José Manuel Baltar se marcó como objetivo en su programa de gobierno para este mandato que antes del año 2019 no debería nada a los bancos y será así pese a que se trata de una medida «totalmente antieconómica».

Como la Diputación superó la regla de gasto el año pasado, la institución provincial se vio obligada a aprobar un plan económico-financiero en el que se detallasen las actuaciones necesarias para corregir esa situación. Además de intensificar el control de todos los gastos superiores a 2.000 euros, se prevé el pago de deudas. «Co remanente de tesourería vense amortizando anticipadamente débeda cada ano. No exercicio 2016, do que estamos analizando o incumprimento, a amortización elevouse a 5.987.464,53 euros con cargo ao remanente de tesourería», dice el plan económico-financiero. Ese documento prevé seguir por esa línea pese a que el préstamo que la Diputación tiene pendiente de pago tiene un tipo de interés muy beneficioso para la entidad provincial. De hecho, el plan económico-financiero admite que la amortización de esa deuda es una «medida totalmente antieconómica na situación actual da institución».

Cabe destacar que la aplicación de este documento tendrá vigor durante este año y el próximo. La Xunta, encargada de tutelar el cumplimiento de la legislación sobre estabilidad presupuestaria en la comunidad, advirtió a la Diputación que el plan debía tener una vigencia bianual, algo que no había precisado la institución provincial ourensana. De este modo, en el último pleno fue necesario que la corporación adoptase un acuerdo para corregir ese error y garantizar su tutela económica durante dos años.

Un tercio de las entidades locales de la provincia tienen sus cuentas saneadas

En la provincia de Ourense hay 92 ayuntamientos y en el año 2008 solo había 17 que tuviesen deuda cero, es decir, que no debiesen nada a los bancos. Entonces, cuando arrancaba la crisis económica, se encontraban en esa situación los concellos de Beade, Beariz, Carballeda de Valdeorras, Castrelo de Miño, Melón, A Merca, Montederramo, Paderne de Allariz, Parada de Sil, Pereiro de Aguiar, Pontedeva, Punxín, San Amaro, San Cibrao das Viñas, A Teixeira, Vilamarín y Vilardevós.

Las medidas de contención del déficit pública impuestas por el Gobierno central obligaron a los ayuntamientos deudores a priorizar la amortización de la deuda sobre otro tipo de gastos, de modo que el club de los concellos saneados se ha ido incrementando con el paso de los años. Actualmente, con datos recogidos por el Ministerio de Hacienda y Función Pública a 31 de diciembre del año pasado, no deben nada Barbadás, Beade, O Bolo, Carballeda de Valdeorras, Cenlle, Coles, Cualedro, Chandrexa de Queixa, O Irixo, Leiro, Manzaneda, Melón, A Merca, Oímbra, Paderne de Allariz, Parada de Sil, Pereiro de Aguiar, Punxín, Ramirás, San Cibrao das Viñas, A Teixeira, A Veiga, Verea, Viana, Vilamarín, Vilar de Santos y Vilardevós.