En Baltar salen ganando con la apertura del paso a Portugal, pero la ven insuficiente
BALTAR
![Lucía Alves, trabajadora de un supermercado en Baltar, realizaba un viaje de casi doscientos kilómetros para acudir a su puesto de trabajo, antes de la apertura del paso fronterizo](https://img.lavdg.com/sc/jp_xthLZtWiUo2cMkq8NE3Ak_dU=/480x/2021/02/17/00121613586901809302707/Foto/OF18C2F2.jpg)
El paso de Sendim está abierto desde el lunes, en horario de 7.00 a 10.00, y de 17.00 a 20.00
18 feb 2021 . Actualizado a las 05:00 h.El concello de Baltar es uno de los muchos puntos fronterizos que la provincia de Ourense tiene con Portugal. En condiciones normales, el trasiego de gallegos y lusos es enorme en este ayuntamiento a través del paso de Sendim, pero el cierre de la frontera durante las últimas semanas trastocó la rutina a ambos lados de la raia.
Aunque el paso de personas es habitual en ambos sentidos, desde Montealegre llegan más trabajadores a Baltar que de Baltar a Montealegre. Esto se debe a que el municipio luso cuenta con más de doce mil habitantes y el ourensano con tan solo 942. Además, la población de Montealegre está menos envejecida.
Es por eso que son, en su mayoría, ciudadanos lusos los beneficiados por la reapertura del paso esta semana. Desde el lunes entonces, la frontera puede franquearse de las 7.00 a las 10.00, y de las 17.00 a las 20.00 horas. Resulta un alivio para los trabajadores que, en las últimas semanas, tenían que realizar un largo viaje para atravesar la frontera por el, hasta el momento, único paso legal en la zona, entre Verín y Chaves.
Una de las personas a las que ha beneficiado esta medida es Lucía Alves, trabajadora de un supermercado en Baltar, pero natural de Montealegre: «Tardaba unha hora e media ou hora e corenta en chegar ao traballo e volver á casa, cando realmente só estou a sete minutos». Ahora, Lucía puede pasar a ejercer su labor profesional, o también, por cuestiones de salud. «Eu teño o médico aquí en Galicia, e aínda que non tiven que vir, agora xa podería», asegura Lucía.
Y aunque esta relajación alivia a muchos trabajadores, no parece ser suficiente. Además de que el estar obligados a pasar en determinadas franjas horarias pone trabas a muchos profesionales, ya que tienen que adaptarse a las horas de paso, el tejido comercial del municipio sigue resintiéndose. Marta Cuquejo, propietaria de la fábrica de embutidos Serra do Larouco, de Baltar, asegura que en su establecimiento reciben a muchos ciudadanos portugueses y que, por mucho que el paso vuelva a funcionar, no lo hace para cuestiones diferentes a la laboral o sanitaria, como pueden ser el ocio o realizar la compra. «A parte dos traballadores transfronteirizos, a nós aféctanos, a nivel de vendas. Nós vivimos, nun setenta por cento, de vendas a cidadáns portugueses», apunta.
De hecho, en el estado actual del paso, ni siquiera se contempla su apertura en domingos y festivos. Esto afecta a algunos profesionales, que deberán volver a recorrer los casi doscientos kilómetros que implica el ir por Chaves y Verín. «Aquí hai empregados de granxas que teñen que traballar os domingos, e o paso só abre de luns a sábado», asegura Marta.
La situación ha mejorado con la reapertura de la frontera durante unas horas, pero a José Antonio Feijóo, alcalde de Baltar, no le parece suficiente: «Así paliamos un pouco o tema, pero non o solucionamos».