«Veo demasiado mercantilizada la abogacía de ahora que conozco»

pepe seoane OURENSE / ALA VOZ

BANDE

José Fernández

El veterano letrado ourensano se mantiene activo a punto de cumplir los 85 años

04 jul 2017 . Actualizado a las 05:00 h.

No sabe ni arrancar un ordenador. Para qué, pregunta. Lleva toda su vida ejerciendo como abogado en Ourense. Conserva todo en papel. Incluidas las fichas de sus clientes. Alfonso Pazos Bande cumplirá 85 años en noviembre. Le gusta su trabajo y lo último en lo que piensa es en dejarlo, aunque admite que no acaban de entusiasmarle algunas cosas que ve en el día a día. «Veo demasiado mercantilizada, mayoritariamente, la abogacía de ahora que conozco», confiesa, recién salido de una vista en un juzgado de instrucción, preocupado porque al día siguiente tiene dos citas, una en Ourense y otra en Verín. Mientras cuenta que ahora «le doy más valor al tiempo» le dicen que no tendrá que hace una buena ración de kilómetros, pues lo de Verín se aplazó. «Es cierto que, con los años, valoras más el tiempo y tratas de perderlo menos, no puedes permitírtelo», apunta, con la misma naturalidad con la que puede criticar en una vista el proceder de la policía en el caso que le corresponda defender en ese momento, cualquiera que sea.

Es un heterodoxo, de los que sugieren que el tráfico de drogas no deja de ser sino un gran negocio que interesa a quien mueve el dinero, a la banca. «La culpabilidad es un concepto relativo», dice. Y no es un emprendedor, se pregunta, quien sin estudios ni formación se presenta en alguna zona de producción y monta un sistema de importación que genera millones de euros.

En 1959 se licenció en Derecho. Empezó de pasante con Sebastián Martínez-Risco. Tan pronto como tuvo ocasión abrió despacho. Se estrenó en la calle Cardenal Quiroga, en dos locales que le alquiló Severino Pérez, quien, como recuerda con simpatía, entonces se anunciaba como el rey de las finanzas. De allí pasó al actual, en el Paseo: un segundo, sin ascensor. Recuerda épocas y momentos crudos del franquismo, con anécdotas como la manifestación espontánea que los abogados hicieron en León, reclamando amnistía, en el primer congreso de la abogacía, donde compartió inquietudes con Cristina Almeida o Manuela Carmena, abogada, jueza y ahora, jubilada, alcaldesa de Madrid.

La paz social

Pazos Bande, como bien saben quienes lo conocen o han tenido trato con él, es de los que creen en su trabajo y en el papel del abogado como «elemento que contribuya a la paz social: esa el la tarea del abogado». Pleitear por pleitear no es la solución, cree. Lo primero, según propone, es abrir un diálogo y buscar acuerdo. Cuando sea posible.

Cuando terminó sus estudios de Derecho, pensó, como cualquiera entonces y ahora, en la mejor salida profesional. De hecho, estuvo seis meses preparando oposiciones. De los fiscales Fernando Seoane y Jacobo Varela guarda opiniones, como del juez Sinforiano Rebolledo. No lo tenía claro. Escribió a su padre. Estaba en el exilio, en México, a donde había marchado en el año 1939. Le pidió consejo. Y su padre le dijo lo que pensaba. En una larga carta manuscrita que lo marcó para toda su vida.

Cita, de memoria, la frase que lo puso en el camino adecuado. «Aprende el oficio con quien sea capaz, o casi, de evitar el grifo del egoísmo. Decir palabras de significado justo es cumplir fines y ver más de cerca las estrellas». Aquello fue definitivo, indica ahora, «para decantarme en la elección e inclinarme hacia el ejercicio libre de la profesión y descartar la perspectiva de la oposición».

Episodios como el de la vez que, tras una vista, quisieron detenerlo por el contenido de un informe, quedan lejanos. Tanto como la reacción del entonces decano y resto de compañeros, que se pusieron la toga y se mostraron dispuestos a acompañarlo, en lo que iba a parecer una singular peregrinación por la calle del Paseo, desde el edificio que hoy ocupa en su totalidad la Diputación hasta lo que entonces era Gobierno Civil. «Creo que alguien se dio cuenta entonces de que el espectáculo podía ser contraproducente y decidieron que era mejor no detenerme y citarme para otro día».

Alfonso Pazos Bande es el colegiado número 31 de Ourense.