El mundo de la mano de Moreiras

tareixa taboada OURENSE / LA VOZ

CELANOVA

Santi M. Amil

El artista celanovés tiene una exposición retrospectiva de su obra en el edificio de la CEO

02 may 2016 . Actualizado a las 05:00 h.

«Un artista puede denunciar las injusticias de su tiempo y solidarizarse con quienes luchan contra ellas. Y puede hacerlo no sólo de palabra, sino desde el interior de su obra» Tápies.

El reputado artista de Celanova, Baldomero Moreiras, presenta una extensa retrospectiva con más de una treintena de obras en el edificio de la Confederación Empresarial, CEO. La exposición se articula sobre los siguientes temas: «O mundo da man de Baldomero Moreiras», el artista muestra su preocupación por las injusticias que laceran nuestra dormida conciencia, introduciendo una lectura crítica y su repulsa hacia la violencia y, movido por un sentimiento ecologista, traslada su desvelo por el cambio climático en su vinculación al paisaje en forma de aceradas y transversales gotas de lluvia, en dos grandes obras de la misma serie, enfrentadas.

La pulcritud y el estilo único con los que Moreiras personaliza sus cuadros y la manera de trabajar los materiales y las posibilidades expresivas del acrílico sobre lona negra que es fondo y línea de contorno infinito e impecable que define un dibujo que es el propio soporte.

Dentro de esta serie, Venus coa man nun pé, cuya belleza de trazo grueso siluetea la figura femenina que de perfil mantiene un eco de friso clásico, y su esquematización remite ligeramente a La alegría de vivir de Matisse en su respeto por el orden, equilibrio, norma y aire intemporal, en las masas de color planas, el ritmo y su aterciopelada cadencia figura que se repite en Desnudo azul, cuya vitalidad se nutre de la naturaleza como la de Moreiras.

Variaciones musicales manteniendo el eco jónico en volutas que se enredan en el bucle encastrado de los bordes del soporte plástico, rebosando sus límites en Melómana, un magnífico homenaje a Virxilio en Pizzicato, donde la silueta femenina defendida por el trazo inmaculado de la lona sugiere en el cuerpo de mujer un violoncelo.

En otras obras como Moza con Mozart estructura la fisonomía anatómica con el instrumento llegando a la simbiosis corporal con la música como elemento conceptual, físico y expresivo o en la fundente composición musical Namorados nº1, figuras herederas de un constructivismo en la conjugación de largos prismas de base triangular, rasguños e incisiones que generan motivos geométricos en el fondo intensificando las texturas, diferentes según el ángulo de percepción de la obra.

El movimiento y el sonido que emanan de la obra completan una composición rotunda y sinestésica, analizando la calidad acústica del color continuando la investigación de Kandinsky, a través de las direcciones, relaciones e intervenciones cromáticas, como una síntesis de las artes. Los personajes se enlazan falseando la perspectiva en un espacio del cuadro que se expande rebasando sus límites representados a una escala objetiva, cuadro-ventana de visión parcialmente real de sintaxis alterada. Una síntesis eficaz del grafismo popular con estructuras intelectualizadas. Elementos que se cohesionan en un espacio laminado en el que el color se erige más constructivo que realista.

Nocturnos en los que la luz y sus reflejos y opacidades provocados por materiales como piedra volcánica sugieren en sus mágicas técnicas mixtas efectos evocadores como en la serie Bicos no palleiro con visiones frontales de montañas amarillas de atmósfera empañada que magnifica el misterio de su presencia megalítica. Sobre el paisaje infinito una pareja concentra la atención en un beso envolvente que cierra la composición.

Imágenes cromoluminaristas que se presentan sobre el fondo prismático y en flexión. En Lassú in cielo- Rigoletto, bufón dramático, jorobado y protagonista que da voz a Le Roi s´amuse de Víctor Hugo, donde el lamento de Rigoletto maldice la muerte de su hija en sus brazos, traicionado por su crimen.

La belleza del Centauro- Metamorfose, de arriesgada torsión, Sireniña o nena voltareira- Saltimbanqui clímax del movimiento o en reposo. Estampas de Celanova con Venus de Vilanova y la espléndida obra Lavandeiras de Portugal, en la que, alterando perspectivas en intensas diagonales consigue una personal panorámica con la esquematización del caballo en la simplificación de la línea que se aplasta sin ninguna intención de volumizar la bidimensionalidad del plano y en la que la ropa ondea al viento con un movimiento transversal y dinámico. Grafismos icónicos de palpitante intimismo.

La dulzura con la que retrata el mundo rural en escenografías que dosifican el instinto fauvista Gauginiano del color conteniendo su explosión emotiva, utilizando en la quimera levitante de Chagall, a lomos de un caballo volador, los perfiles indefinidos del sueño.