
Soutelo Verde se protegió solo hasta la llegada de los militares
24 ago 2025 . Actualizado a las 08:39 h.Los vecinos de Soutelo Verde están de resaca emocional. «Non se che quita o lume da cabeza», confiesa Belén. Esta aldea de Laza estuvo dos días luchando sola para que el violento fuego no llegase a las casas y otros tres resistiendo perimetrada por la UME. «No había nada que hacer, solo dejar avanzar el incendio», recuerda Álex. Los vecinos hicieron guardia y los militares rodearon el núcleo con una quema de perímetro y mangueras. Tras días al límite, sin dormir y sin cobertura, consiguieron salvarse.
Ni se imaginaban que un incendio iniciado a unos 30 kilómetros de distancia podría llegar hasta las puertas de sus casas. Pero el foco originado en Oímbra desbordó a la comarca de Monterrei y también a los medios de extinción. Tardó tres días que asomarse por la ladera de la montaña frente a Soutelo Verde. En el concello de Laza los vecinos sienten que tienen siempre un guardián en sus montes. Allí está la base de la Brigadas de Refuerzo de Incendios Forestales (BRIF) pero las extremas condiciones del incendio hicieron que tuvieran que trasladar sus helicópteros. El viernes pasado los vecinos se vieron forzados a defenderse ellos mismos de la amenaza de las llamas.
«Viña con moitísima forza para aquí, pasámolo fatal, aguantamos como puidemos», recuerda Belén. En el pueblo hay unas 40 casas habitadas —más si cabe en estas fechas de verano— y todos se pusieron enseguida a recolectar material para mitigar las llamas. Hasta Soutelo Verde llegó la red de apoyo organizada en la zona: «Fixeron grupos de whatsapp para enviar cuadrillas de chavales ás aldeas que o necesitasen, a xente respondeu moi ben». Fallaba la luz, no había cobertura, pero al menos sí tuvieron agua. El río facilita el acopio y los vecinos defendieron los depósitos para que no les faltasen recursos. Ellos solos, con la ayuda de la BRIF y el GES de Laza lograron que el incendio perdiera fuerza y así defender el pueblo hasta la llegada de la UME. Fueron dos días eternos: «Somos conscientes de que había moitos incendios e non había medios, pero o que che vale é que tes o lume encima e pola tele ves outros pobos arrasados e pensar que te vai tocar o mesmo». Regaron con nervios todo el entorno de la aldea y atajar las llamas con lo que tenían por casa. «La gente no durmió, hizo guardia para proteger las casas», recuerda Álex. Fue un acto casi heroico porque el incendio fue muy complicado. La aldea quedó completamente rodeada, en medio de unas altas llamas y un fuerte viento.
Refuerzos
La ayuda llegó el domingo. Los propios agentes de la UME definieron su labor como «compleja y precisa». Estuvieron destinados durante tres días enteros en Soutelo Verde para conseguir poner a salvo a la población. «Dixéronnos que fixeramos unha mochila co imprescindible e os medicamentos, escoitar iso é terrible», apunta la ourensana. Pero nadie se fue. Los militares rodearon el pueblo y ejecutaron una quema de definición para defender la aldea. Colocaron mangueras en todo el perímetro y emplearon un bulldozer. «Solo podían esperar el fuego, no había otros medios», explica Álex.
La UME estuvo actuando durante días en el núcleo de Laza hasta que pudieron asegurarse de que los vecinos estaban a salvo. «Ten habido incendios pequenos pero nunca pasou algo así», sentencia Belén. Se jugaban toda su vida: sus casa, sus negocios, sus recuerdos. Ella es parte de la familia que regenta la Casa das Bicas, que llevan elaborando el emblemático dulce de Laza desde hace 50 años. Todas las generaciones se quedaron parar defender Soutelo Verde, como las del resto de casas. Después de unos cuatro día, extinguieron los focos cercanos. Ahora intentan asimilar lo vivido. «Un incendio de esta magnitud no se te olvida de un momento para otro», asegura Álex.