En este pueblo de Lobios hacen cada verano una foto para recordar a todos los vecinos

En la pequeña aldea de A Vila en Lobios son habitualmente trece familias, alrededor de 28 personas. Como suele ser habitual en Galicia, cada verano esta parroquia llega a duplicar su población con la llegada de familiares que vuelven a casa. Se trata de hijos y nietos de vecinos que se marcharon a vivir a Ourense, a Barcelona, a Almería o incluso a Francia. «Lo mejor es que todos tenemos relación. Estamos unidos y siempre dispuestos a ayudarnos los unos a los otros», dice Eladio Lorenzo. Él ahora vive en la ciudad pero se crio en A Vila, lugar donde todavía residen sus padres. Fue esa cercanía entre los vecinos lo que le llevó a proponer hace nueve años la tradición que hoy guardan con más cariño. Cada verano desde el 2015, Eladio junta a todos en la plaza del pueblo para sacar una foto de grupo. Luego la imprime en una lona de dos metros y juntos la colocan en una pared de A Vila. «Estaba convencido de que sería un recuerdo bonito y al mismo tiempo un homenaje a aquellos que van faltando», explica. Ayer dispararon la foto de este verano. Más de cincuenta personas posaron frente a la cámara de Eladio, que hace la instantánea ayudándose de un trípode y un temporizador, para salir él también. «Cuando empezamos éramos alrededor de 50. Somos más o menos los mimos porque en este tiempo hemos despedido a unas seis personas pero también se han sumado varios niños que han nacido», explica. En esta ocasión colocarán la lona con la imagen de todos al lado de la casa de un vecino que falleció en el 2022. «Es una forma especial de decirle adiós», dice Eladio. «Lo cierto es que ya es costumbre que nos peleemos para que se coloque la imagen en nuestra calle», admite entre risas.

Otra de las tradiciones es que la fotografía se saca el propio día de San Lorenzo. «Así aprovechamos que están los familiares que viven fuera», comenta Eladio, que ya ha puesto en marcha una ruta para que los turistas puedan visitar todas las instantáneas que hay repartidas por el pueblo. Además, entre los atractivos turísticos de A Vila están unas ruinas de un castillo romano y e horno del pueblo, que todavía está en funcionamiento.

Por las fiestas de San Lorenzo, además de la tradición de hacerse la foto, en esta aldea de Lobios, realizan además dos concursos peculiares. Uno es al que llaman «Patroncos», que consiste en cortar un tronco con un serrucho por parejas. La que lo haga más rápido gana. Otro es un certamen para encontrar la persona que haga la mejor bica de San Lorenzo. «Para nosotros lo más importante es juntarnos y disfrutar y divertirnos como una gran familia», termina Eladio.

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