Los vecinos de Outeiro da Torre llevan sin servicio desde noviembre
05 jul 2022 . Actualizado a las 05:00 h.La fibra óptica llegó al pueblo de Outeiro da Torre, en Maceda, en marzo del 2021. Los alrededor de quince vecinos de esta aldea creyeron entonces que sí, que se podía vivir en la Galicia del rural conectados. Se abrió la posibilidad de contratar Internet y televisión por cable. Y algunos lo hicieron. Pero el sueño duró apenas ocho meses. La «chapuza», en palabras de un vecino, en la colocación de los cables acabó con la paciencia de un vecino. Los trabajadores de la compañía telefónica usaron la pared y parte de la terraza de una casa para su instalación, sin pedir permiso al propietario. Y este decidió cortar los cables solicitando su instalación en otro espacio del pueblo. Desde entonces, noviembre del pasado año, los vecinos de Outeiro da Torre resisten sin este servicio, a la espera de una solución que no llega.
Jorge Villar González vive en Outeiro da Torre y entiende la decisión de su vecino de eliminar los cables. Sin embargo no comprende que la empresa no haya sido capaz de mover el poste un metro y medio del lugar en el que está actualmente para solventar el problema. Ha recurrido al Concello de Maceda y al Valedor do Pobo para encontrar una solución. Explica que existe una norma del Ayuntamiento por la cual no se pueden poner más postes, por lo que el traslado del que existe a unos pocos metros sería la solución perfecta y no supondría un coste a mayores. El soterramiento del cable, que sería otra posibilidad, no es viable para una parroquia de 15 vecinos. En poco tiempo desaparecerá el ADSL, la conexión que actualmente tienen en la parroquia, y la fibra óptica será la única fórmula para tener Internet en casa. Ante este panorama, los vecinos de Outeiro da Torre ven en el traslado del poste la única solución a no quedarse desconectados, de nuevo. «Agora para facer trámites a través de Internet ou algún traballo teño que conectarme co móbil como módem, baixan os datos e teño que contrata xigas ilimitadas. Nós, vivo cos meus pais, tiñamos o servizo de teléfono fixo por fibra —que agora estamos sen el— polo mesmo prezo de ter todo», denuncia el vecino. Recuerda, también, los inconvenientes a la hora de, por ejemplo, pedir una cita médica o hacer algún trámite bancario. «Mentras non o solucionan non queda outra que ir ata as oficinas. Ante faciámolo a través do ordenador», señala Jorge Villar González. No solo eso, explica que un joven que tenía una casa alquilada en Outeiro da Torre decidió irse al faltar la conexión en Internet. Y sobre el gasto que les supone la falta de un solución, resume: «Cando tiñamos fibra na casa, a televisión, os dous móbiles e o fixo custábanos todo 45 euros ó mes. Na actualidade, manter as dúas liñas con xigas ilimitadas obríganos a pagar 85 euros». Han pasado ocho meses desde que Outeiro da Torre volvió a desconectarse, también de la idea de que la Galicia rural existe.