Monterrei, de luto ante las consecuencias del fuego: «Os incendios non acabaron en agosto»
MONTERREI
La escritora Sabela Gandulfes organiza una concentración civil el día 2 de noviembre en Verín para que no se olvide a los afectados
02 nov 2025 . Actualizado a las 05:00 h.Los ourensanos que sufrieron la devastadora ola de incendios de este verano no quieren que se les olvide. Las llamas pasaron pero les queda un largo recorrido viviendo las consecuencias. «Doéme a miña xente e quería facer algo por eles», asume Sabela Gondulfes. Esta escritora de la aldea que le da el apellido artístico, en el concello de Castrelo de Val, organizó un acto en Verín para que el foco no se desplace de la comarca. Será el 2 de noviembre en la plaza García Barbón y su poder será la imagen: el código de vestimenta es llevar negro en la parte inferior y verde en la superior. Como ahora están los bosques de Monterrei. «Queremos reinvindicar as nosas propostas», apunta.
Los habitantes de Monterrei siguen pensando en aquellos trece días de agosto. Precisamente en la aldea de Gondulfes el fuego no dejó tanta devastación. «Unha rapaza que foi policía ocupouse de coordinar gardas noite e día e afortunadamente non se queimou como noutras zonas», recuerda Sabela. En otros pueblos más castigados, la escritora vio a sus familiares «desesperados, chorando, sen durmir 13 noites seguidas». «Vivín a desesperación da miña xente, das persoas coas que me criei, co lume a 50 metros das casas», cuenta. La organizadora pasó gran parte de su vida viviendo en el extranjero, aunque nunca perdió el vínculo con Castrelo de Val. Regresó por necesidad, por causas familiares, y finalmente se quedó por voluntad.
Cuando cesaron las llamas, los afectados empezaron a pensar en las responsabilidades políticas, las condiciones laborales de los bomberos, los trabajos de prevención... «Sentimos moita impotencia porque os políticos saían dicindo unha mentira tras outra», declara Sabela. Con toda esa indignación en la cabeza, la escritora decidió organizar un acto civil bajo el lema: «Do verde ao negro hai só un paso».
Quiso dejar pasar un par de meses para que no queden en el olvido: «Os incendios non acabaron en agosto, agora sufrimos as consecuencias». Además de las pérdidas emocionales de animales, casas, granjas o viñedos, están viviendo los daños colaterales. Con los primeros días de lluvia, el agua arrastró las cenizas hasta los depósitos de la red de suministro y en la mayoría de pueblos no pueden consumir de los pozos o de los grifos sino que tienen que comprar botellas a diario. Al quedarse la fauna sin alimentos en el monte, animales como los jabalíes llegan con más frecuencia hasta la carretera, comprometiendo la seguridad de los conductores, tal y como cuenta Sabela.
El acto será civil, sin ningún tipo de representación política: «Se van teñen que ir como un cidadán máis, tampouco haberá ningunha organización, só persoas afectadas». Será de 11.00 a 13.00 horas y en silencio. «Queremos centrarnos na imaxe, por iso iremos abaixo de negro en sinal de loito», explica. Contactó con personas conocidas que tienen poder de convocatoria en cada uno de los concellos afectados, así como bodegas o colegio. Los más pequeños —«que tamén sufriron moitísimo porque estaban moi asustados»— están preparando dibujos para exponer esa mañana.
Aprovecharán la cita para también para poner propuestas encima de la mesa que eviten volver a sufrir una catástrofe de tales dimensiones. Reclaman contratos «indefinidos y bien remunerados» para los brigadistas, que se mantengan los montes durante el invierno o que tanto administraciones como vecinos limpien las fincas aledañas a las casas. También defienden que «no hay mejor desbrozadora que un buen rebaño», por lo que creen se debe dar más importancia y apoyo al sector primario. Dado los problemas con el agua que están sufriendo actualmente, demandan mantener protegidos y acondicionados los cauces de los ríos, las fuentes y los manantiales.