Festivo no es, pero pocos comercios abren en el desfile de entroido en O Barco de Valdeorras

O BARCO DE VALDEORRAS

Más de 600 personas participaron en el concurso
04 mar 2025 . Actualizado a las 22:47 h.En el concello ourensano de O Barco de Valdeorras los festivos locales son Santa Rita y O Cristo. La tradición religiosa manda cuando toca elegir los días en los que se cierra el comercio. Si caen en domingo, se mueven al siguiente... pero nada más. Estado laico sí, pero tradición devota también. Con los festivos locales adjudicados, el martes de entroido es un día que aparece en negro en el calendario de los trabajadores. Aunque solo por unas horas, porque según se acerca el mediodía la magia del carnaval hace su efecto y las tiendas bajan la verja para decir hasta mañana. Es habitual que el comercio local (hay excepciones, por supuesto) cierre el martes porque ese día es también por tradición el elegido para el desfile. Y la gente quiere disfrutarlo, ya sea participando o desde la acera.
Siempre es multitudinario salvo que la lluvia se encargue de frenar las ganas de fiesta. Ayer, con un sol gustoso durante parte de la tarde, la travesía se convirtió en un hervidero de gente. El punto de partida, como es habitual también, la puerta del hospital. Los sanitarios hacen un descanso para salir a la puerta o asomarse a la ventana, que buscan también muchos pacientes ingresados y las visitas para disfrutar del colorido desfile. Este año se apuntaron un total de 22 comparsas, que sumaban 611 participantes. La más numerosa según los datos oficiales que manejaba el Concello era la de Sementando Sorrisos, con medio centenar de integrantes; aunque lo cierto es que había varias impulsadas por asociaciones de padres de los diferentes colegios que semejaban sumar más, como los multitudinarios Minions que se repartieron en dos comparsas. La idea de los coches de choque también se le ocurrió a dos grupos diferentes.
El público sudó viendo cómo se ejercitaban Los Nasarre con sus calentines de colores chillones, trayendo los ochenta de vuelta; mientras que los del club Natación Valdeorras hicieron lo que mejor saben, nadar. Para echar un trago, el lugar perfecto estaba en la taberna clandestina; y para saber más de historia, nada como pasarse por la Legio Guiburros. En general, mucha música y hasta un circo en un recorrido que acabó con baile.
Ayer todo fueron risas pero hoy toca llorar. A las 20.30 horas, en la praza Maior tendrá lugar el entierro de la sardina, una representación que dirige el grupo de teatro local Gargallada y a la que pueden unirse todos aquellos que quieran. Eso sí, a este velatorio se va de luto y con la lágrima fácil.