Carlos Terán, presidente de Aeva: «Lo inminente es el arreglo de la N-120, porque la A-76 no sé si la veré»

O BARCO DE VALDEORRAS

Avanza que uno de los retos es conseguir que la gente venga a Valdeorras y se quede a vivir
20 jul 2025 . Actualizado a las 05:00 h.A mediados de junio, Carlos Terán Rúa (O Barco de Valdeorras, 1971) asumía la presidencia de la asociación empresarial de Valdeorras, una entidad muy vinculada a su familia. Su padre (ya fallecido) fue uno de los impulsores de Aeva y también su primer presidente. El hijo llevaba años en la junta directiva y en varias ocasiones le habían pedido que tomara las riendas, pero confiesa que no fue hasta ahora que entendió que era el momento.
—¿Pesó mucho lo que hubiese pensado su padre?
—Estando en vida, mi padre quería que no me embarcara en más cosas para dedicarle tiempo a la empresa y que él y mi madre pudieran desvincularse. Pero en el corazón ambos querían que lo hiciera, porque es algo por el que él había luchado. Llevaba el espíritu del asociacionismo en vena. Yo creo que él estaría contento. Pienso que ahora es mi momento y lo cojo con ganas.
—¿Qué queda de los orígenes de Aeva?
—Sigue habiendo los mismos problemas que cuando estaba mi padre. Faltan infraestructuras y suelo industrial. Si de aquella estábamos mal en cuanto a la nacional 120, yo creo que ahora estamos peor, porque se ha deteriorado y se han quitado carriles de adelantamiento. Seguimos reclamando suelo industrial. En su momento se luchó por el polígono. Está hecho, pero necesitamos más terreno. Necesitamos que sea una comarca atractiva para que la gente venga y se quede, no solo empresas, sino también el propio personal que venga, que se quede, que no esté de paso. Ya entonces se hablaba de la dinamización del rural. Ahora tenemos también la supresión de trenes del AVE en A Gudiña. Seguimos con la misma distancia en kilómetros de Ourense, pero igual con peor comunicación.
—¿Van a seguir en esa línea de reclamar la mejora de las comunicaciones?
—Será una línea un poco continuista y yo creo que no podemos ser pesimistas. Tenemos que irnos con las diferentes administraciones y luchar con los concellos más cercanos a nosotros para que nos apoyen en nuestras reclamaciones. Que la N-120 se mejore, y si la A-76 sale, perfecto, pero es que no está saliendo ni la reforma de la nacional.
—Iba a preguntar por la A-76, que no había nombrado, pero veo que no confía en que se lleve a cabo.
—Mi actitud en la vida es siempre optimista, pero en este caso aunque sea una realidad, va a serlo dentro de mucho tiempo. Ahora tenemos una nacional, que de momento es la que nos está dando vida y está deteriorada. Lo más inminente es reclamar el arreglo de la N-120, porque la A-76 yo no sé si la veré. No dejemos deteriorar lo que tenemos y después si viene la autovía, bienvenida sea.
—¿Ese es el reto?
—El reto es hacer que la gente venga a la comarca, que se quede, que forme familia, que Valdeorras sea atractiva para que la gente se quede a vivir. La otra pata es la dinamización del turismo. Ahora tenemos el Camino de Invierno y vamos a apoyarlo.
—Cuestiones importantes, pero superan lo que sería Aeva en sí.
—Totalmente. Nosotros vamos a tirar del carro, pero no somos los únicos que tienen que hacerlo. Las administraciones son las que tienen más fuerza.
—Otro tema de actualidad es el de los robos.
—Intentar dar una tranquilidad a los asociados, y también a los que no lo son, y animarles a que denuncien. Hablamos con el alcalde y el subdelegado del Gobierno y nos consta que están encima. Es un tema candente. Yo que tengo tiendas abiertas al público, cada vez que cierro la puerta me digo, a ver qué nos encontramos al día siguiente. Es complicado que haya una solución inminente porque son robos de poca cuantía, pero es difícil que lo entienda al que le toca. Genera esa desazón entre las empresas y los propios ciudadanos.
«La vida da muchas vueltas, pero yo digo que no a la política. Eso lo tengo claro»
Carlos Terán es el sexto presidente de Aeva. Antes ocuparon el cargo su padre, María del Carmen Rodríguez, Santiago Melo, Javier R. Paradelo y Araceli Fernández.
—Su padre dejó Aeva para entrar en política. ¿Usted en algún momento se vio tentado?
—No. No. No.
—No puede ser más tajante.
—Eso lo tengo claro. La vida da muchas vueltas, pero yo digo que no. La inquietud de mi padre era asociarse y luchar por la comarca y en un determinado momento luchó por O Barco en un partido, el partido es lo de menos... Estuvo dos mandatos luchando por el pueblo como concejal.
—¿Cómo está siendo la acogida en el nuevo cargo?
—La gente te reporta que igual puede ser también una ilusión para otras personas, para que se asocien, que no lo tenían claro o que ven Aeva como organismo y se dicen, ¿qué es lo que hace?
—¿Y qué es lo que hace? Aproveche para contárselo a los posibles futuros socios.
—Es una asociación que siempre ha luchado por la comarca, por las problemáticas de la zona y por las de cada sector: restauración, minero... Tener un interlocutor único es muy importante. Contamos con una oficina de empleo que está dando buenos resultados para colocar a la gente y con los cursos para formar a los trabajadores según las demandas de las empresas. Otra pata es la oficina perteneciente a la CEO para el tema de subvenciones y ayudas. Hay mucho hecho y hay que tener las pilas cargadas para seguir luchando. Estamos lejos de los núcleos grandes, pero estamos cerca de León, del Bierzo, de Lugo, de Ourense, del centro de la península. Podemos aprovechar nuestro punto estratégico, pero hay que tener las infraestructuras montadas.
La familia, un pilar fundamental al que dedica todo el tiempo que puede
Carlos Terán es la cuarta generación de un negocio familiar creado en 1881. Hace años asumió la gerencia de Ricardo Terán, S.L. Tiene dos tiendas (en O Barco y A Rúa) dedicadas a la venta de alimentos y accesorios para animales (desde ganado a mascotas), piensos, cereales, fertilizantes, abonos, artículos de huerto y jardín, funguicidas, insecticidas, ropa y calzado de trabajo, plantas, material ganadero o semillas; y otra más (en la capital comarcal) enfocada en el jardín, donde encontrar desde barbacoas a fuentes de agua o muebles de exterior. También venden a través de internet.
Es un trabajo absorbente al que dedica muchas horas, a las que desde el mes pasado suma el tiempo que le ocupa Aeva, en cuya junta directiva ya llevaba años implicado. El resto, todo el que tiene, lo pasa con la familia. Habla de su mujer y sus dos hijos (de 19 y 15 años) como sus pilares fundamentales. «Si podemos hacer algo todos juntos es mucho mejor que hacer algo de manera individual», resume.
El mayor estudia Telecomunicaciones y el pequeño está en el instituto. El padre no se atreve a decir si habrá quinta generación al frente de Ricardo Terán S.L. «Si quieren continuar, aquí está la empresa que ha creado la familia. Si no quieren continuarla, pues no pasa nada», asegura. Y añade: «El espíritu de empresa lo tienen porque siempre han echado una mano en la medida de lo posible». Les da total libertad para elegir, tal y como a él mismo le pasó, pero reconoce que a él le gustaría que tomaran el relevo en el futuro. A renglón seguido dice que lo importante es que hagan lo que quieran, pero lanza una idea clara: «¿Dónde se vive mejor que en Valdeorras?».
Mientras no llega ese momento de saber si habrá quinta generación o no, la familia disfruta haciendo planes juntos. Cuenta Terán que a los cuatro les gusta mucho esquiar. «El mayor ahora no, pero hasta los 18 años ha competido y ahora sigue el pequeño. Así que vamos todos los fines de semana a León, porque allí está en un club», explica el orgulloso padre. Pone en valor el esfuerzo que supone entrenar y competir, porque cree que ayuda a formar la base de sacrificio y disciplina que les ayudará en los estudios y en la vida. «Con 8 o 9 años se han ido a Los Alpes a hacer la pretemporada con el club, lo que les ha dado un bagaje importante para desarrollarse en la vida», señala.
Cuando no están en una estación de esquí, la familia disfruta saliendo con sus amigos por A Rúa, donde viven, o dando un paseo por la naturaleza.
Quién soy. «Una persona muy abierta, con carisma, amigo de mis amigos y feliz. En todos los proyectos me involucro desde el minuto uno. Soy una persona muy sociable, incansable e intensa. Voy con las pilas cargadas al 100 % y siempre tengo una sonrisa en la cara».