La pandemia hace repuntar la deuda de los concellos ourensanos por primera vez en nueve años

Los ayuntamientos de la provincia de Ourense cerraron el año 2020 con 33,8 millones de euros de deuda, un millón y medio más que en el año anterior. Ese incremento supone un punto de inflexión en las cuentas de los concellos ourensanos, que venían reduciendo su endeudamiento desde el año 2012. Los gastos derivados del coronavirus provocaron ese cambio de tendencia.

El máximo de deuda municipal quedó fijado a 31 de diciembre del año 2012, cuando se situaba en 109,6 millones de euros. Fue justo entonces cuando, en plena crisis económica, el Gobierno central -en aquel momento, en manos del PP- aprobó la Ley de estabilidad presupuestaria, conocida como «ley Montoro» por el ministro de Hacienda, Cristóbal Montoro.

Esa norma estableció una serie de limitaciones en el gasto y el déficit público que tuvieron como consecuencia una reducción progresiva, pero radical, del endeudamiento de las entidades locales. En el caso de las ourensanas, la caída fue continuada en los años 2013, 2014, 2015, 2016, 2017, 2018 y 2019. En el año 2020, debido a los imprevistos que provocó la expansión del coronavirus en las cuentas municipales, el Gobierno central decidió suspender la regla de gasto.

En el casco del Concello de Ourense, la pandemia supuso un desembolso de cerca de once millones de euros el año pasado, aunque el ahorro que tenía acumulado el ayuntamiento evitó que fuese necesario recurrir al endeudamiento para afrontar esos costes (equipos de protección de su personal, ordenadores para el teletrabajo, refuerzo del servicio de ayuda a domicilio, acogida a las personas sin hogar, ayudas para autónomos o reducción de ingresos por la aplicación de beneficios fiscales o exenciones de tasas).

El Concello de Ourense es uno de los 34 que hay en la provincia con deuda cero, un dato de interés si se tiene en cuenta que hace diez años solo 15 de los 92 ayuntamientos ourensanos estaban en esa situación. Entre los que ahora pueden presumir de ello destaca también Barbadás. El resto de grandes municipios sí están endeudados en mayor o menor medida. Destaca el caso del Ayuntamiento de Verín, que es -en términos absolutos- el que más debe a los bancos: 6,4 millones de euros. Ese registro duplica al del año anterior, que se situaba en 3,3 millones, un incremento que ha sido criticado por la oposición municipal del PP, que acusa al gobierno bipartito de PSOE y BNG de despilfarro.

También destaca la deuda de Allariz (3,4 millones) o de Xinzo de Limia (3,3 millones), pero es especialmente llamativo el caso de Os Blancos. Debe 3,9 millones y tiene tan solo 755 personas censadas, es decir, que cada habitante tocaría a 5.284,76 euros en un hipotético reparto. Si se hiciese esa misma operación en el caso de Verín, la deuda por vecino sería mucho menor (469 euros), al tratarse de un municipio mucho más poblado (13.647 personas según el padrón publicado por el Instituto Nacional de Estadística a 1 de enero del año 2020).

El caso especial de Os Blancos

La situación del Concello de Os Blancos es especial. Tras décadas de gestión errática -con un exalcalde que llegó a ser encarcelado por malversación- el gobierno municipal hizo historia al ser el primero que pedía una intervención externa para hacer frente a su crisis. Sus deseos fueron atendidos y la Diputación se hizo cargo de tutelar algunos servicios esenciales. Pese a todo, su deuda se incrementó en el año 2020 en algo más de cien mil euros.

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