Un año de papeleo para que la Xunta se persone en una causa de maltrato
OURENSE CIUDAD
El instructor cerró la investigación en enero del 2015 pero la tramitación aún sigue abierta y sin escrito de acusación
24 ago 2016 . Actualizado a las 05:00 h.Entre la necesidad de cumplir estrictamente con los plazos legales, sin dejar flecos que puedan suponer menoscabo de las garantías procesales de los implicados, los procedimientos judiciales se estiran en ocasiones hasta situaciones que acaban resultando llamativas. Algo tan aparentemente simple como incorporar a la Xunta de Galicia a una causa por homicidio o asesinato en grado de tentativa, al resultar que la administración autonómica tiene la custodia del menor que en su día fue víctima del suceso, puede dar lugar a que un caso se retrase más allá de un año.
En agosto del 2015 había dictado el titular del juzgado de instrucción número 1 de Ourense el auto que declaraba concluso el sumario correspondiente al caso de un bebé maltratado por el que están encausados la madre y el hombre que era su pareja en el momento de ocurrir los hechos. Falta precisar el delito por el que llegarán al banquillo, pues el instructor ha dejado esta parte al ministerio fiscal, limitándose entonces a apuntar que existen indicios de homicidio en grado de tentativa. O asesinato. El caso, pese a aquella decisión, permanece abierto un año después. Se hizo necesario hacer ofrecimiento de acciones a la Xunta de Galicia, dado que la administración autonómica cuenta con la tutela del menor. Ha avanzado, pero el juicio aún queda lejos.
A mediados de febrero del 2015 había dictado el juez el auto de incoación de sumario que dio lugar al de conclusión en agosto. Más trámites. Llegó entonces el asunto a la Audiencia Provincial y aquí fue acogido un recurso del fiscal para que se diera a la administración autonómica la ocasión de personarse. De paso, ya puestos a afinar, el ministerio público también pidió que se incorporara a la causa una certificación literal de nacimiento.
Cuatro meses después, con fecha del 28 de diciembre, revocó la Audiencia aquel auto de conclusión de agosto, con lo que el asunto volvió al juzgado de instrucción, con el fin de cubrir esas dos carencias. Apuró el juez y dictó un segundo auto de conclusión el 4 de abril de este año. Y nuevamente la causa llegó a la Audiencia Provincial. Más papel.
El definitivo empujón
Desde entonces, entre preguntar a las partes si todo está correcto o aún falta algo, el asunto no ha llegado al final. Formalmente le falta el definitivo visto bueno al auto del juez de instrucción del mes de abril. Cuando se dicte esa resolución, previsiblemente en pocas fechas, al asunto aún le quedará recorrido antes de que los dos imputados lleguen al banquillo. El fiscal deberá concretar su acusación y a continuación, con plazos teóricos de cinco días, harán lo propio la Xunta -en calidad de acusación particular- y también el Sergas -como actor civil, para reclamar por la asistencia médica- antes de los dos defensores.
La primera valoración apunta a un homicidio o asesinato en grado de tentativa
El juez solo ve las lesiones del bebé «compatibles con actos violentos»
Este asunto, por el que prestaron declaración más familiares de la pequeña en quienes el juez no halló responsabilidad alguna, arrancó tras una visita de la pequeña al CHUO en marzo del 2014. Allí le detectaron lesiones que «solo pueden ser compatibles con actos violentos», según las conclusiones del instructor, que cerró con agilidad el asunto, pese a lo cual el asunto sigue atascado en la maquinaria judicial. Ha consumido más tiempo en trámites para que la Xunta pueda estar presente que en la investigación propiamente dicha.
Los dos implicados, de hecho, han tenido tiempo para distanciarse, separarse, verse como testigos en juicios que afectaban a terceras personas y también para enfrentarse entre ellos, a partir de una denuncia de la mujer contra quien ya no es su pareja y a quien atribuyó un episodio de amenazas del que fue exculpado en el Juzgado de lo Penal el pasado mes de mayo.