El Concello gestiona la instalación que tuvo que recuperar de la gestión privada
18 nov 2020 . Actualizado a las 05:00 h.El Concello de Ribadavia se vio obligado a rescatar la gestión del aparcamiento subterráneo de la Alameda de la villa en el año 2015, ante las discrepancias con la empresa concesionaria en lo que al funcionamiento de las instalaciones se refería. Desde entonces la administración local ha asumido la responsabilidad de gestionar dicho servicio, valorando las diferentes posibilidades e iniciativas para incentivar el uso de las instalaciones -que eran deficitarias- sin tener que incrementar los gastos que genera el aparcamiento municipal.
Descuentos horarios, bonos mensuales y otro tipo de fórmulas se han ido barajando desde que el Concello de la capital de O Ribeiro asumió la gestión.
Ahora la administración local tiene en fase de exposición al público la modificación de dos ordenanzas fiscales municipales: la relativa «ao aparcamento soterrado da Alameda e dos prezos públicos do servizo» y la ordenanza de precios públicos por la venta de productos en la Oficina Municipal de Turismo de Ribadavia.
La nueva ordenanza del aparcamiento, que fue aprobada en el pleno del pasado 29 de octubre, contempla un escenario que antes no existía: la posibilidad de que hagan uso del aparcamiento subterráneo de la Alameda de la capital de O Ribeiro las motos.
«En principio a ordenanza non facía referencia a este uso, co cal non se contemplaba o suposto de que as persoas que quixesen aparcar as súas motos neste recinto municipal puidesen facelo», señala César Fernández Gil. En principio lo que se ha acordado es fijar una tarifa para que los propietarios de las motos que deseen guardarlas en el aparcamiento puedan hacerlo. La oferta en cuanto al número de plazas disponibles está por determinar: «Non temos por agora prazas sinalizadas. O que se fixo foi reservar unha zona do aparcamento e, en función da demanda, iranse creando as prazas que sexan necesarias», precisa el regidor municipal.
Pendientes de Gestima
Volver a poner el aparcamiento subterráneo en la modalidad de gestión privada es un escenario que se ha barajado en varias ocasiones a lo largo de estos años. Dicha posibilidad se fue descartando por las acciones de la anterior concesionaria. Gestima reclamó más de un millón de euros por dejar la explotación, y aunque dicha demanda fue desestimada aún quedan recursos pendientes de resolución.