El local, ubicado en la praza Maior, es un reclamo en la Noite Meiga
30 oct 2021 . Actualizado a las 05:00 h.En Ribadavia ya está todo preparado para la celebración de la Noite Meiga. Hay vecinos que llevan esta fiesta hasta donde pueden. Y otros, mucho más allá. Este es el caso de Carlos González, de La huella del gato, un local ubicado en plena plaza Maior de la localidad que redecora todos los años por estas fechas. No de cualquier manera. Calaveras, fantasmas, una gran tela de araña que cubre casi todo el local, monstruos gigantes en la barra o sobre la cabeza de los comensales y hasta la Furia del dragón de Juego de Tronos, echando fuego por la boca, son solo algunos de los elementos que ha colocado este año. A estos se suman botes de extraños líquidos con restos de animales, una espesa niebla y una luz roja que hacen que el ambiente sea terrorífico. «A mí lo que más me gusta es la cara de miedo que ponen los niños cuando entran», afirma malvadamente Carlos González. La decoración la ha ido acumulando durante veinte años, los mismos que cumple la Noite Meiga. Pero siempre hay novedades. «Todos los años miro en Internet lo que hacen los americanos que en esto son la leche. Y compro en Ourense», afirma González. Pero también recicla: «Si se me rompe la pata de una araña, pues la meto en un bote, con líquido espeso de colores y la pongo de decoración», revela. El local está listo para recibir a las nuevas víctimas del terror y Carlos espera impaciente la cara de miedo de los más pequeños.