Medio centenar de voluntarios hacen posible la MIT de Ribadavia

María Doallo Freire
María Doallo OURENSE

RIBADAVIA

Foto de grupo de los voluntarios de la MIT 2023
Foto de grupo de los voluntarios de la MIT 2023 Santi M. Amil

Cada año se unen nuevas personas al equipo de la mostra de teatro

26 jul 2023 . Actualizado a las 05:00 h.

La Mostra Internacional de Teatro de Ribadavia cerró hace apenas unos días su edición número 39 con un éxito de público y recaudación sin precedentes. La persona que lleva la batuta es Roberto Pascual, director artístico de la MIT desde hace quince años, y siempre destaca la importancia del equipo profesional y voluntario que hacen posible el correcto desarrollo de la mostra cada verano. Ese grupo de personas crece y crece cada año. Los de la camiseta naranja, que identifica a los miembros de la organización, está en todas partes. Se encargan de la venta de entradas en la taquilla, del comprobar las entradas a las puertas de cada espectáculo, de ayudar a que la gente se siente en el lugar correcto y hasta de vender merchandising. También colaboran con las obras que vienen, participan como figuración si es necesario y aplauden en el momento correcto. Los voluntarios son fundamentales para que la MIT funcione. Este año había medio centenar de personas colaborando en la edición. «Teñen distintos perfís, están os locais, que nos axudan porque esta mostra é parte deles. E tamén os que veñen de fóra, normalmente estudantes de Arte Dramático, a quen non lles importa traballar porque lles compensa ver todas as funcións e coñecer o que hai detrás para pólas en marcha», dice Roberto. Muchos de esos voluntarios son niños. «Son rapaces cos que eu me identifico moitísimo porque xa de cativo collía a bicicleta e viña dende O Carballiño para ver as obras, ás veces, contradicindo as ordes da miña avoa. Teñen capacidade e desexo de participar, entón aquí sempre terán as portas abertas», añade el director de la MIT. Entre las nuevas incorporaciones de este año está la de Anxela Míguez, vecina de Ribadavia de 16 años. «Sempre me chamou a atención porque antes ca min xa estivo o meu irmán e este ano lanceime», cuenta. En su experiencia ha compartido tiempo y esfuerzo con amigas y también con muchos conocidos del pueblo. «Todo o mundo me caeu xenial e forman un bo equipo. Estar desde este lado é diferente a ir de público porque ves a preparación que require todo», afirma. Anxela quiere ser bióloga pero admite que si le surgiese un hueco en el mundo de las artes escénicas no lo rechazaría. Ahora le queda disfrutar de la tradicional cena de familia de la MIT. «Teño moitas ganas», dice, y adelanta que volverá el año que viene.