Falleció el sacerdote Manuel Lamas Martínez (Quintela de Leirado)
27 ene 2022 . Actualizado a las 23:37 h.Con profunda tristeza somos muchos los que lloramos por la despedida de don Manuel Lamas Martín, sacerdote, expárroco de Castromil, Santabaia, Chamusiños, Lobaces y Trasmiras. El pueblo que le vio nacer hace noventa años, en Quintela de Leirado, fue el lugar donde, como él quería, se apagó, pasando sus últimos momentos con sus seres queridos, Estrella y Baldomero, arropándolo como siempre. Dios quiso que su despedida coincidiese con el día de San Pablo, patrono de la parroquia de Quintela, cuya comunidad tiene el honor de acogerlo para siempre en su cementerio parroquial.
En muy poco espacio de tiempo se nos han ido dos puntales que sustentaban a la familia Lamas. Fue don Manuel para sus feligreses, para sus amigos, para sus compañeros, que lo respetaban. Manolo para la mayor parte de la familia, que lo quería con locura. Manoliño para sus sobrinos, para Iago y para los pequeños en general, que lo adoraban. Tío Manolo para mí.
En este día de luto, la tristeza nos invade, nos ata, nos destroza, nos corroe. El duelo es persistente. Pero aún así, bloqueados por el dolor por una pérdida de un ser insustituible, nuestra mente se rebela y como un resorte hace que afloren innumerables recuerdos. Recuerdos imborrables de la persona que era, de agradecimiento eterno por su bondad, por su caridad, por su hospitalidad, por su familiaridad, por su cariño, por su alegría. ¡Qué suerte que hayas querido y Dios haya permitido que pudiésemos compartir juntos tantas vivencias, desde las celebraciones de San Manuel en Santabaia, en Escornabois, las reuniones familiares en Quintela, las innumerables invitaciones en los restaurantes de varias localidades, en la lamprea en Arbo, así como en las celebraciones eclesiásticas, (nos bautizaste, nos confirmaste, nos casaste, diste el sermón en muchas y duras ocasiones cuando te despedías de familiares y amigos queridos), nos guiaste por el puerto de Pajares a Gijón en mis inicios en la universidad, me acogiste en mis primeras etapas de la vida laboral en la casa de Santabaia.
Hombre de bien, inteligente, viajero, alegre, afable, hospitalario, caritativo, cariñoso… que sabía compaginar como nadie sus labores eclesiásticas en cada una de las parroquias en las que estuvo con las laborales en el Banco Pastor de Trasmiras cuando ejerció como director del mismo, así como con la dedicación a sus amigos y familiares en general y en especial a los de Quintela que siempre llevaba en su gran corazón.
Se nos ha ido un santo y a nosotros hoy nos toca despedirlo con mucha tristeza y amargura, y a la vez nos conforta tener la certeza de que en el cielo lo están esperando con las puertas abiertas de par en par otros seres queridos a los que se unirá en la gloria eterna.
Descansa en paz tío Manolo. Juan José lamas álvarez