«Queremos que isto sexa un espazo de creación e de traballo colaborativo»

edith filgueira OURENSE / LA VOZ

XINZO DE LIMIA

Agostiño Iglesias

Carlos Enríquez, Sandra Fernández, Mónica Seguín, Pepe Calleja, Teresa Martínez, Raúl Mera, Ana Parada e Iván Prado  abren Xpazo para ofrecer una alternativa «coworking» en Xinzo

21 ene 2019 . Actualizado a las 08:04 h.

Bajo los conceptos de cooperación social, pluridisciplinariedad y respeto ocho jóvenes, todos ellos de la comarca de A Limia, han puesto en marcha un espacio diferente. A finales de diciembre abría sus puertas Xpazo. Dos pisos con varios ambientes diferentes que reflejan la personalidad de sus creadores y que están abiertos a todo tipo de colaboraciones.

«Realmente levamos tres meses traballando aquí, aínda que de cara ao público abrimos en decembro. Emprender non é sinxelo pero temos a sorte de levarnos ben e compartir gastos. Cando me sae a vena derrotista sempre penso que somos oito para compartir gastos», bromea con retranca Iván Prado, uno de los ocho promotores del local. «Necesitábamos un espazo para desenrolarnos profesionalmente e non atopábamos nada que se adecuase a nós. Así que decidimos xuntarnos e crear o noso propio lugar. Ao final saíunos mellor do que pensamos nun inicio e aquí temos unha parte de creación e outra de traballo colaborativo», añade.

Los objetivos de estos ocho jóvenes son varios. Por un lado, buscan acercar la cultura a los ourensanos con exposiciones, actuaciones en directo o proyecciones audiovisuales al aire libre en el jardín del que disponen -esto llegará con el buen tiempo, según confiesan-. Ahora mismo tienen expuestas las obras de una artista plástica argentina, pero el propósito es que cada mes varíe el autor protagonista.

Por otro lado, quieren tener un lugar desde el que trabajar -tanto en proyectos conjuntos como a título individual-. Impresión digital, diseño, tatuajes, gestión cultural, gestión económica y arquitectura son las ramas que desarrollan dentro del local.

El hecho de estar en la misma sede facilita que entre todos puedan ofrecer a los clientes un servicio multidisciplinar. «Se alguén parte de cero para montar a súa empresa, nós estamos en condicións de darlle tódalas posibilidades: desde o deseño da páxina web, ata a decoración do negocio ou a xestión das contas», resume Prado sobre la labor que desempeña cada uno.

En la provincia de Ourense ya existen varios espacios dedicados al coworking (una forma de trabajar en auge ante el aumento de autónomos que prefieren ejercer fuera de casa), pero en ninguno de ellos han dejado la puerta tan abierta a la creación cultural. Es típico que en estos sitios se organicen charlas y cuenten con zonas recreativas o de desconexión, pero están enfocados exclusivamente a lo laboral. En Xpazo quieren probar a ir un paso más allá. «A idea comezou plantexándose como un espazo restrinxido ao artístico e despois de tres ou catro meses ocorréusenos xuntar o profesional tamén. De feito, a planta superior está montada para ser un coworking con mesas amplas e que aqueles que sexan freelance paguen unha cota para traballar desde aquí tendo tódolos servizos dunha oficina», explica el joven. Ahora mismo están promocionándose con unas tarifas especiales y los que se animen a probar en Xpazo pueden hacerlo por poco más de cien euros. «Tense acceso a Internet tanto por cable como por wifi, dereito a empregar a maquinaria común e a asistir a tódolos eventos que se leven a cabo. E tamén temos bonos por horas ou por días, dependendo das necesidades de cada un», afirma.

«Aquí pódese traballar desde a fotografía ata a escultura»

Carlos Enríquez, Sandra Fernández, Mónica Seguín, Pepe Calleja, Teresa Martínez, Raúl Mera y Ana Parada son los otros siete compañeros de Iván Prado que conforman el equipo de Xpazo. Ocho profesionales que conforman cinco empresas y que reformaron el local a su medida.

En las dos plantas que componen este espacio creativo y laboral hay diferentes áreas: una de distensión y desconexión común con una pequeña cocina y sofás para descansar, un taller de tatuajes con camilla, una zona de reuniones acristalada que puede desaparecer en caso de que se necesite ampliar el área central para algún evento o concierto, baños y un jardín amplio en el que quieren organizar actividades al aire libre.

Subiendo las escaleras se esconde la zona de trabajo común y el taller de industrias creativas. «Aquí pódese traballar desde a fotografía analóxica até a creación téxtil, a pintura ou a escultura. Non é un coworking ao uso. Cremos que é unha idea novedosa e esperamos que a xente poida aproveitala e sacarlle o mesmo rendemento ca nós», finaliza el promotor.