El carnaval estalla en todo Ourense: los felos bromean en Maceda, los boteiros saltan en Vilariño de Conso y Verín bautiza nuevos cigarrones

M. Vázquez, M. Rodríguez OURENSE

XINZO DE LIMIA

En Xinzo disfrutan de una jornada con cientos de personas disfrazadas y San Cibrao y la ciudad viven manifestaciones más urbanas y modernas de la fiesta

19 feb 2023 . Actualizado a las 12:55 h.

Es la una de la tarde del sábado de carnaval y en Xinzo de Limia, una de las capitales del triángulo máxico ourensano, se ha parado el tiempo. Por las calles no pasean mujeres, hombres o niños vestidos como cualquier otro fin de semana. Vikingos, arlequines, domadores de leones, reinas renacidas, turistas quemados por el sol o enormes koalas que van de aquí para allá se han hecho con el pueblo. En cualquier esquina hay un espectáculo. Cada uno lleva su música, su silla, su carrito de la compra tuneado para meter a los más pequeños de la casa.

Y es que todo vale en un entroido en el que no hay más regla que una: llevar disfraz; ser, por unas horas, otra persona, real o ficticia. Y para conseguirlo unos se esfuerzan más que otros, todo hay que decirlo. «Nosotros empezamos hace seis meses a hacer los disfraces, pero el que llevamos hoy es el del año pasado. El nuevo lo guardamos para el desfile de mañana», desvela Carmen Rodríguez, ataviada con banderita americana y un lustroso disfraz de cowboy. Son una buena tropa. «Somos cinco parejas con nuestros hijos, todos vestidos igual y con trajes hechos por nosotros», aclara.

En unos segundos uno cruza el charco y pasa de América a algún lugar de Escandinavia. Un grupo de vikingos ha montado su aldea, con casita incluida, y disfruta de una soleada sesión vermú. Aquí no hace frío. Hay 15 grados así que el tiempo ayuda a quienes prefieren ir más ligeritos de ropa. Como un grupo de amigos que han cogido de casa el albornoz, la toalla y las chanclas y con eso se han montado una comparsa.

Son los contrastes de una fiesta multitudinaria que, a esta hora, es apta para todos los públicos. Y ni los más pequeños se salvan de convertirse en ranas, unicornios, ratitas o reptiles diversos que corren a sus anchas por las calles o contemplan atónitos a un faquir que compite contra Mario Bros en una singular carrera de karts.

También hay un hueco para el amor. Una novia con bigote que lleva una enorme berza como ramo busca su media naranja entre los asistentes. Quién sabe si habrá o no enlace, pero curas candidatos a unir a la pareja hay unos cuantos. Hasta un obispo.

Y aunque el tren no pasa por Xinzo una cuadrilla del ADIF está lista para atender cualquier emergencia, siempre que sea divertida. Y es que esa es ahora mismo la única prioridad. Para todos.

Fiesta rachada por toda la provincia

Los ourensanos ya lo están dando todo en este entroido 2023. En el sábado de carnaval, las manifestaciones variadas de la fiesta, bien tradicionales, bien modernas, rurales o urbanas, tuvieron su representación por toda la provincia. Ya por la mañana, los felos de Maceda salieron a recorrer los pueblos de la sierra para animar a los vecinos, que los agasajaron con viandas y buen humor. Los bromistas felos llenaron de alegría los pueblos macedanos durante toda la jornada.

En Vilariño de Conso dedicaron la mañana a la gastronomía, disfrutando primero de la Festa do Cabrito, que llegaba a su edición número 34. Los 1.800 comensales disfrutaron de los productos locales y después pudieron entregarse a la fiesta del entroido. Los fulións y los boteiros desfilaron con energía y brindaron una tarde de entroido en la que participaron grandes y pequeños. El entroido es allí una celebración intergeneracional.

Hubo fiestas y desfiles por doquier: en Muíños, Boborás, O Carballiño, en Parada de Sil, en Entrimo o en San Cibrao das Viñas. En este municipio, los vecinos pudieron festejar en interior y en exterior, con música en el polideportivo en la plaza del Ayuntamiento y reponer fuerzas con perritos calientes o chocolate. En Barbadás y en la ciudad no faltaron las charangas para animar las fiesta más urbanas, con multitud de gente disfrazada disfrutando de una tarde soleada y una temperatura calurosa. En medio de la multitud de personajes, dos de los entroideiros más irreductibles de la ciudad, Casiano y Trangallán no dejaron a nadie indiferente con sus disfraces para esta jornada.

En Ríos o en A Gudiña también festejaron uno de los días principales de su fiesta.

En Verín tuvieron una jornada emotiva, con el bautizo del cigarrón, en el que los niños y niñas se visten por primera vez con el traje de carnaval que con tanto honor llevan los verinenses. Los cigarrones salieron a correr el entroido y en la plaza de la Merced se invistieron los nuevos miembros. Por la tarde, las charangas animaron todas las calles y, ya de noche, verbena para seguir la fiesta hasta altas horas en la plaza García Barbón.