Dejó los estudios y recuperó la bodega familiar para hacer unos vinos que están dentro de la D.O. Monterrei

María Doallo Freire
María Doallo OURENSE

XINZO DE LIMIA

Manuel, durante la presentación de su bodega en Xadegal
Manuel, durante la presentación de su bodega en Xadegal Miguel Villar

Manuel Vázquez Losada tiene 32 años y es la persona que hay detrás del blanco y el tinto Fanrela

16 may 2023 . Actualizado a las 08:55 h.

Manuel Vázquez Losada tiene una bodega con su nombre en Castrelo do Val. Empezó a trabajarla él mismo en el 2017, pero antes ya lo hicieron su padre y sus abuelos. «Creo que de ellos heredé el interés y el amor por la viticultura», confiesa. Aunque Manuel lo cambió todo. Sus ancestros cultivaban variedades no autorizadas por la D.O. Monterrei. Hacían vino para disfrutar con la familia y amigos. Sin embargo el bodeguero de 32 años quiso especializarse más y tratar de comercializar sus añadas. En marzo del 2019 salió la primera vendimia de Fanrela. «Se llama así por mi bisabuelo. Era su mote y precisamente en la que era su casa está ubicada la bodega», cuenta Manuel. «Es muy pequeñita y familiar y todo pasa por mis manos. Desde el primer brote de las viñas hasta el último momento del vino en los depósitos está supervisado por mí. No utilizamos herbicidas y hacemos una producción controlada», asegura.

Fanrela es un vino natural hecho con mucho cariño y mimo por la tierra. Hay dos variedades. Un blanco, de uvas godello, treixadura y dona blanca; y un tinto, de mencía, araúxa y sousón. «Vamos por la cuarta añada y la verdad es que hasta el momento sentimos que los inicios son complicados porque introducir un producto en un mercado tan saturado es muy difícil. Aún así estamos contentos con los vinos que hacemos. En el tinto hacemos una selección de los mejores racimos, dejando solo seis por planta para conseguir una boca más potente», explica el bodeguero de Castrelo do Val, a quien la viticultura le vino por herencia. «Dejé los estudios y empecé a trabajar en un almacén pero decidí que ese no era mi destino, que quería hacer otra cosa. Cogí el bar familiar y allí fue donde me di cuenta de que podíamos hacer un vino de una enorme calidad y me puse al frente», termina. Esos caldos los acaba de presentar en Ourense, en la tienda de productos gourmet Xadigal, en O Couto.