Condujo borracho y drogado en dirección contraria por una calle de Xinzo por la que pasaba una comitiva fúnebre con 100 personas

La Voz OURENSE / LA VOZ

XINZO DE LIMIA

Juzgados de Ourense
Juzgados de Ourense

El conductor ha sido condenado a un año de prisión y se le retira la vigencia de su permiso de conducir

16 ene 2025 . Actualizado a las 05:00 h.

Conducir en dirección contraria siempre puede suponer un riesgo para el resto de conductores, pero hacerlo por una calle por la que transcurre una comitiva funeraria integrada por más de un centenar de personas puede suponer una amenaza gravísima.

Esto fue lo que ocurrió en la tarde del 24 de noviembre del año 2022 en la calle Santa Mariña de Xinzo de Limia. Un conductor que ya tenía antecedentes penales por haber cometido en el pasado delitos viales se adentró por esa vía en dirección contraria justo en el momento en el que pasaba por la calle una comitiva que acompañaba a un difunto. El automovilista iba a toda velocidad y no detuvo la marcha cuando un agente de la Policía Local le ordenó que parase. Eso sí, esquivó a los peatones y al coche funerario y continuó su camino sin provocar daños personales, pero el agente había tomado buena nota de la matrícula del turismo y poco después del incidente el vehículo fue localizado.

Los agentes sospecharon enseguida que podría encontrarse bajo los efectos del alcohol, por lo que le pidieron autorización para que se le hiciera un análisis de sangre, en el que arrojó un resultado positivo. A mayores, se constató que no estaba en condiciones psicofísicas para ponerse al volante de un coche, ya que había ingerido previamente un cóctel de drogas integrado por metadona, benzodiazepinas y cannabis en cantidades que el ministerio fiscal calificó en su escrito de «desmedidas», ya que mermaron su capacidad de atención y sus reflejos.

Admitió los hechos

El conductor acabó siendo acusado de un delito de conducción temeraria que este miércoles admitió ante la magistrada del Juzgado de lo penal dos de Ourense. Sin molestarse en negar unos hechos de los que había prueba de cargo abrumadora, el investigado aceptó una condena que implica un año de prisión y dos años y un día de privación del permiso, lo que implica la pérdida de vigencia. Aunque inicialmente se habían reclamado en este asunto dos años de privación de libertad, finalmente ese reproche penal se vio reducido a la mitad al retirarse la circunstancia agravante de reincidencia, ya que no se podía aplicar en este caso.