Galardones para el más dulce y el más ácido con la prensa

La Voz

PONTEVEDRA

FOTOS : RAMÓN LEIRO

Praza da Ferrería Fernández Lores se tomó ayer con humor el premio Limón que recibió de los medios de comunicación de Pontevedra. Delfín Fernández se llevó el Naranja

02 mar 2007 . Actualizado a las 06:00 h.

En los últimos años se ha puesto de moda que la velada antes de entregarse los Oscar se hacen públicos los premios Razzies o anti-Oscar que premian a los considerados mayores fiascos cinematográficos del año. Sus ganadores nunca suelen asistir a la gala. El alcalde de Pontevedra demostró ayer ser mucho más valiente que estos profesionales del cine y no dudó a la hora de recoger el premio Limón, que anualmente votan los asistentes a la cena de medios de comunicación de Pontevedra a la persona que, en teoría, ha dificultado de alguna manera la labor de estos profesionales. Durante toda la merienda celebrada en el Parador Nacional de Turismo, Miguel Anxo Fernández Lores hizo gala de su simpatía, al tiempo que descubrió a muchos que es capaz de contar chistes como de sacar conejos de una chistera un mago. A su lado, se sentó Delfín Fernández Álvarez, quien fue designado con el premio Naranja. Ambos se fundieron en un abrazo cuando se encontraron a las puertas del Parador, momento en el que el alcalde, entre risas, manifestó que «no se pueden mezclar las naranjas con los limones». Claro está, no hay premio que valga la pena si éste no va acompañado por sus correspondientes discursos. Delfín Fernández fue el primero en abrir fuego reconociendo que en su trabajo «conciliar a transparencia informativa coa prudencia e discreción non é fácil (...). Moitas veces hai a dúbida de ata onde un pode falar». Es por eso que quiso compartir el galardón con su jefa de prensa, Lucía Trillo -«eu son a voz e a cara pero ela tamén ten iniciativa e tamén é o rostro da Subdelegación»-, y con Camilo Bello, del que resaltó su capacidad para tener listos todos los datos que se requieran. «Os premios teñen que ser a vitamina para seguir nesta liña», añadió. El alcalde no quiso ser menos y también compartió el premio Limón con su responsable de prensa, Antón Prieto. Reconoció que «é obvio que necesito mellorar nestes meses» y propuso ampliar los galardones con la creación del premio Pomelo, «que é menos ácido». Homenaje Los que también disfrutaron ayer fueron las más de 150 personas que asistieron, en el parque de verano del Liceo Casino, a la comida homenaje al magistrado Luciano Varela, que recientemente ha sido designado para ocupar una vacante en la sala de lo Penal del Tribunal Supremo. Entre los que acompañaron a Varela se encontraban Manuel Almenar, presidente de la Audiencia; los decanos de los colegios de abogados y procuradores capitalinos, Eloy Artime y José Portela Leirós, respectivamente; el diputado socialista Antón Louro; así como muchos amigos y compañeros. Por cierto, que Luciano Varela fue agasajo por el personal del órgano judicial provincial con una toga y un ordenador portátil. Mal recibida Quien no disfrutó de tantas atenciones fue la polifacética Ana María Ríos, quien tuvo que soportar algunos abucheos en su visita a la pasarela Pontus Veteris. Algo ya se debieron intuir los cargos institucionales invitados al evento social. Al ver entrar a la peluquera que vivió un calvario en Cancún se giraron convenientemente para evitar coincidir con ella. Puede que tuviese algo que ver que la joven fuese acompañada de un equipo de televisión que no dejó de enfocar todos sus movimientos.