Un pontevedrés logra en pocas semanas un botín de material de cosmética, prendas de vestir y dinero

PONTEVEDRA
Con más de treinta detenciones sobre sus espaldas, a sus 41 años, el pontevedrés R.T.R. es un viejo conocido de las fuerzas policiales capitalinas. Si en las últimas semanas los agentes solo lo había podido identificar, el lunes la situación cambió. Al amparo de una modificación del Código Penal por la que se considera delito la comisión de cuatro faltas de hurto en un período de un año, siempre que el montante total de lo sustraído supere los cuatrocientos euros, los funcionarios nacionales procedieron al arresto del sospechoso.
Lo cierto es que, de confirmarse las tesis policiales, R.T.R. no ha precisado de doce meses para que se le aplique la reforma legal. Le han bastado apenas unas semanas, toda vez que desde el 16 de febrero fue identificado por cinco supuestos hurtos.
Ese día se le implicó en la sustracción de una cartera en el interior de una mercería de la calle Peregrina. A principios de marzo, supuestamente hizo lo propio con un vestido que se exponía en un establecimiento comercial de la Calle Oliva, un lance que presuntamente volvería a repetir el 2 de abril.
Entre uno y otro suceso, el 24 de marzo, la policía nacional sostiene que fue la persona que sustrajo 65 euros en efectivo del interior del Hospital Provincial.
Ya por último, la Comisaría identifica a R.T.R. como la persona que se hizo con varios productos de cosmética del interior de una peluquería de Michelena.
Ante estos precedentes, la policía nacional localizó el lunes por la mañana al sospechoso en la plaza de Curros Enríquez. En el momento de llevar a cabo su detención, al pontevedrés «se le incautaron nuevamente una camisa y dos botes de crema con sus respectivas etiquetas, que resultaron haber sido sustraídos en una tienda de deportes y en una farmacia del centro».
Tras comparecer en el Juzgado de Guardia, quedó en libertad con cargos.