La mujer asesinada en Vilagarcía presentaba heridas de arma blanca

La Voz VILAGARCÍA / LA VOZ

GALICIA

Martina Miser

El presunto matricida permanece ingresado con pronóstico muy grave en la uci del Hospital Álvaro Cunqueiro de Vigo. El Concello de Vilagarcía de Arousa ha decretado dos días de luto oficial en señal de duelo por lo sucedido.

08 sep 2025 . Actualizado a las 20:02 h.

El cuerpo de la mujer de 61 años presuntamente asesinada por su hijo en Vilagarcía de Arousa la tarde del viernes presentaba heridas de arma blanca. Fuentes de la Policía Nacional han confirmado esta mañana del dato, que a falta de la autopsia al cuerpo de la fallecida, empieza a aclarar la causa, que no la razón o motivación, del trágico suceso.

La nueva información encaja con la rapidez con la que el subdelegado del Gobierno en Pontevedra, Abel Losada, apuntaba el propio viernes, escasas horas después del asesinato, a la presunta autoría del crimen por parte del hijo, tras encontrar agentes de la Policía Nacional y la Policía Local el cuerpo de la mujer boca abajo rodeada de un charco de sangre en su domicilio en la céntrica calle Duque de Rivas.

El hallazgo se producía mientras el joven, de 22 años, era atendido por personal sanitario en la vía pública, tras haberse lanzado al vacío desde una ventana del tercer piso en el que residía con su progenitora, trabajadora del Servizo de Axuda no Fogar de Vilagarcía, que se encontraba de baja desde julio tras haber sufrido un aneurisma durante sus vacaciones.

El presunto autor del homicidio permanece ingresado en la Unidad de Cuidados Intensivos del Hospital Álvaro Cunqueiro de Vigo con pronóstico muy grave.

El joven, de 22 años, fue atendido en plena calle tras lanzarse al vacío desde el tercer piso en el que residía con su madre, de 61, en el céntrica calle Duque de Rivas de la capital arousana. Operarios del 061 le prestaron las primeras asistencias y procedieron al trasladado del hombre, consciente, al cercano Hospital do Salnés, a donde llegó con un cuadro clínico de politraumatismos, fracturas diversas y shock hemorrágico.

Tras recibir las primeras asistencias clínicas y médicas en el servicio de urgencias, y careciendo el centro arousano de uci, el presunto autor del matricidio fue trasladado en ambulancia al Hospital Álvaro Cunqueiro de Vigo, donde permanece ingresado, bajo custodia policial

El Concello de Vilagarcía de Arousa ha decretado dos días de luto oficial en señal de duelo por lo sucedido. El alcalde de la localidad, Alberto Varela, ha lamentado esta mañana el asesinato de su vecina: «É unha auténtica traxedia, máis habendo unha relación familiar por medio, sendo que todo apunta a que foi un matricidio. Desde o Concello, amosamos o noso máis profundo pesar». Las banderas de la casa consistorial bajaron a media asta a la una de la tarde, en el mismo balcón desde donde Esther leyó en el año 2021 junto a otras dos personas el manifiesto con motivo del 8M, que cada año redacta y comparte públicamente el Consello Local da Muller el Día Internacional de la Mujer. Una lectura con la que el Concello quiso reconocer el trabajo de las profesionales del Servizo de Axuda no Fogar en lo más duro de la pandemia de covid-19.

El suceso ocurrió a media tarde del viernes, cerca de las seis, cuando una pariente de la madre e hijo se acercó a la casa, a escasos metros de la casa consistorial de Vilagarcía, y se encontró con el cuerpo sin vida de la mujer, boca abajo y rodeada de un charco de sangre, confirmó horas después el subdelegado del Gobierno en Galicia, Abel Losada. Habría sido en ese momento cuando el joven, se tiró a la calle.

Hasta el momento, se desconoce cuál fue la causa concreta del fallecimiento, cuándo se produjo o si existían circunstancias familiares que pudiesen haber desencadenado un desenlace como este. La hipótesis inicial que maneja el Cuerpo Nacional de Policía, que investiga lo ocurrido, y expuesta por el propio subdelegado del Gobierno es que ambos sucesos, el intento de suicidio y el óbito, están relacionados. En otras palabras, que habría sido él quien atacó a su madre. Al menos en este estado inicial de las pesquisas, se descarta la participación de una tercera persona en los hechos.

A la calle Duque de Rivas acudieron de inmediato varias patrullas de las policías nacional y local de la capital arousana, alertadas sobre las seis de la tarde, así como el servicio municipal de Emerxencias y dos ambulancias del 061. Los equipos sanitarios se encargaron de prestar atención al joven defenestrado y de llevar a cabo su traslado. La vía pública y su entorno permanecieron bloqueados por un precinto y presencia policial hasta que el juez de guardia decretó el levantamiento del cadáver, cerca ya de las diez de la noche del viernes.

«Estoy muy sorprendido, porque los conozco desde hace tiempo, y la madre y el hijo se llevaban muy bien, tenían muy buena relación», indica un hombre que fue vecino de ambos hace años. Una mujer, que pasaba por la calle en el instante en el que él se arrojó, apunta que no llegó a perder la conciencia.

«Todas estamos en «shock» por Esther. Como compañeira e como persoa non se podía pedir máis»

Mar Castro hablaba ayer de Esther con la voz rota. Compañera de trabajo, pero sobre todo, amiga, la presidenta del comité de empresa del Servizo de Axuda no Fogar (SAF) de Vilagarcía de Arousa habló en nombre de las más de 60 profesionales con las que la fallecida compartía las alegrías y las dificultades de un trabajo tan sacrificado como tan poco reconocido, con el que estaba comprometida al máximo desde que ocupó su plaza en el año 2009.

«Esther era o tipo de compañeira que che axuda en todo, que estaba para todo. Cariñosa a máis non poder. Como traballadora non se lle podía pedir máis, como persoa, tampouco», cuenta Mar, recordando lo mucho que deseaba regresar a su puesto tras haber sufrido en julio un aneurisma durante sus vacaciones, del que se estaba recuperando. Y del otro lado, los usuarios del SAF a los que ayudaba, gente mayor que «lle tiñan moito aprezo e estaban esperando a que regresase», desvela la compañera y amiga.

Conociendo como conocían a Esther y a su familia, Mar declara: «Todas estamos en shock, non o cremos. Non entendemos o que pasou, porque nai e fillo queríanse moito». Un estado de incomprensión que acompañó a todas cuantas compañeras de Esther pudieron acercarse a su calle en cuanto se enteraron de lo sucedido, velándola sin separarse hasta que vieron trasladar su cuerpo.