El Museo Náutico Massó amplía sus fondos con dos piezas exclusivas

Chelo Lago

PONTEVEDRA

La directora destaca la «excepcionalidad» de esos instrumentos, únicos en colecciones públicas de España

19 abr 2010 . Actualizado a las 02:00 h.

El Museo Massó de Bueu adquirió recientemente dos piezas únicas en colecciones públicas de España que ya pueden contemplarse en sus instalaciones. Así lo confirmo la directora de la institución, Covadonga López de Nistal.

Se trata de un cuadrante tipo Gunter, que para dar idea de su exclusividad, indica que el Museo Naval de Madrid, que es el que alberga la mejor colección de instrumentos náuticos, «no tiene ninguno original, solo una reproducción». Los cuadrantes horarios servían para saber la hora del día o de la noche y el de este Museo data del siglo XVIII. «Es una pieza clave -dice López de Nistal-, porque no se conoce la existencia de otro como este en las colecciones públicas de España. Sí los hay en el Museo Marítimo de Londres, que posee una de las mejores colecciones de instrumentos náuticos del mundo y de hecho, nosotros lo catalogamos a través de la documentación de ese museo».

La otra pieza es un cañón arponero para la caza de ballenas, que además se utilizó durante muy poco tiempo, concretamente entre los años 30 y 60 del siglo XIX. «Fue el primer arpón que se inventó con cañón, pero luego enseguida se inventaron los cañones con explosivos, mucho más eficaces, por lo que se dejó de utilizar

Fue el sustituto del arpón manual y supuso un avance importante en la eficacia de la pesca,.

«El anticuario que nos lo vendió certificó que era una pieza excepcional y que en España, al menos en colecciones museísticas, no se conoce otro igual. En Estados Unidos, en donde tienen el mejor museo dedicado a la caza de la ballena, si figura uno como el nuestro».

Además de esas dos piezas, el Museo adquirió recientemente un globo terráqueo de bolsillo, realizado en Londres por Nicolás Lane en torno al 1776. «Se trata de otra pieza ya no digo excepcional pero sí que es exquisita, porque es un globo de bolsillo que se empiezan a fabricar en el siglo XVIII y que en el XIX se pusieron de moda entre los gentelmans ingleses, que lo utilizaban casi como un objeto de juguete». Su estuche tiene grabada la cúpula celeste con las constelaciones.

Este instrumento de orientación geográfico «es una preciosidad, da gusto tenerlo en la mano por la sensación de tener la bola del mundo en el puño, que te hace sentirte muy bien», comenta riendo Covadonga López de Nistal.

En su opinión, estos tres nuevos elementos, unidos a los fondos que ya tenía, le dan al Museo Massó «otra categoría».