22 abr 2010 . Actualizado a las 02:00 h.
Vigo lleva demasiados años jugando con las cosas de comer. La clase política de la ciudad no ha estado a la altura para resolver un asunto tan capital como la ampliación del puerto. Bien al contrario, los partidos lo han metido en la refriega electoral con la intención de arañar votos. No les importaba acabar con el debate sobre la terminal de contenedores o el muelle de cruceros. No. El PSOE utilizó la Autoridad Portuaria como trampolín hacia la alcaldía y ahora el PP quiere repetir la jugada. Y el lamentable espectáculo llega a su cénit con el regidor Abel Caballero torpedeando todos los proyectos de la presidenta portuaria Corina Porro. Quizás gane uno, quizás gane la otra. Las urnas dirán. El que pierde seguro es Vigo. Pero segurísimo.