Con el maio decano

Chelo Lago PONTEVEDRA/LA VOZ.

PONTEVEDRA

Pertenecen a la Sociedad Cultural Deportiva Campañó que lleva participando en la fiesta del 1 de mayo en A Ferrería desde su fundación, hace 26 años

09 may 2010 . Actualizado a las 02:28 h.

Poco pensaba José María Domínguez hace 26 años, cuando fundó, con su amigo, Ángel Ucha, la Sociedade Cultural Deportiva Campañó, que transcurrido ese tiempo seguirían, de forma ininterrumpida, como secretario y presidente, respectivamente, del colectivo.

«Os comezos, como en todo, foron difíciles -dice-. Xuntamos a uns veciños de confianza en botamos a andar pero hoxe somos 300 socios, 300 familias, das que 250 son da parroquia e o resto de Poio e Pontevedra. Practicamente está metida toda a parroquia». «Temos feito de todo -añade-. Levamos recorrida toda España en excursións, parte de Francia e parte de Italia. Tamén estivemos en Bruxelas co grupo do maio, e fundamos varios grupos, entre eles un coro que agora xa funciona por libre». Con satisfacción afirma que «fomos dinamizadores da parroquia no ámbito cultural e recreativo, que foi para o que fundamos a asociación».

Comenta que en varias ocasiones tanto él como el presidente, intentaron dejar sus cargos, pero no hubo manera. Pero destaca que «agora temos unha directiva espectacular, a mellor que tivemos nunca. Son todas mulleres menos nós, e funcionamos moi democráticamente».

Una de las actividades potenciadas desde el nacimiento de la sociedad fue la participación en el concurso de maios en A Ferrería. «Levamos participando ininterrompidamente en 26 edicións, xa fixemos o pasado ano as vodas de prata».

Chavales de la parroquia habían participado de vez en cuando en el concurso en los setenta, pero de forma esporádica. «Somos o máis veterano, o decano dos maios. Antes o máis vello era o da Seca, que xa non se presenta, e penso que este ou o ano que ven, pasámoslle en participación, polo que o máis histórico será o noso».

Se le nota que le gusta todo lo relacionado con los maios, una pasión que transmitió a sus hijos, José María, que tiene 24 años, y al benjamín, Alejandro. José María iba a preparar el maio con su padre desde que tenía 3 años, y empezó a cantar a los 5, tanto fuera como debajo del maio.

Hoy es uno de los principales colaboradores, pues es el encargado de ensayar con los chavales que van a cantar. Aunque este año no pudo acudir a la cita, pues está estudiando en Italia con la beca Erasmus. También es uno de los organizadores de la carrera pedestre de Campañó, que «é a máis importante da zona», asevera su padre.

Alejandro vivió desde pequeño ese ambiente y también empezó muy joven a cantar. «Como mi hermano estaba muy metido, yo me integré desde muy pequeño en el grupo, en el que llevo por lo menos seis años cantando porque me gusta mucho», comenta. Eso sí, nunca debajo, siempre en el coro.

Añade, riendo, que su hermano «es buen profesor», aunque admite que «nos da caña, especialmente a mí».

Ensayos

Los chavales que cantan en el maio ensayan prácticamente un mes. «Empezamos a principios de abril, una hora todos los días, excepto los fines de semana, hasta el día del concurso, el 1 de maio».

Este año, fueron once los jóvenes que cantaron en el maio de Campañó. Sus padres colaboraron en todos los preparativos. José María explica que «o grupo do maio está formado por unhas 50 persoas, entre directivos e pais dos rapaces, e todos colaboran, tanto nais como pais. Buscan as flores e o fiuncho, enfían e axudan a construirlo. Sempre estamos a traballar un mínimo de 25 ou 30 persoas».

«Unha parte do fiúncho collémolo polas estradas pero tamén fomos a sitios que nin podo dicir? E iso que este ano non houbo problemas como en outras ocasións. Collemos uns 400 ou 500 quilos de fiúncho, e deles aproveitamos 60, o resto tirouse porque hai que escoller o bo para poñelo».

Este año ganaron varios premios, entre ellos el primero de construcción de maios, pero nunca se quejan. «Hai que aceptar sempre deportivamente que se o xurado di que é mellor o contrario, pois así é, e non tivemos problema nunca co veredicto nin tampouco nos preocupa moito».