El Pontevedra comenzó de cara.
El entrenador del Pontevedra Pablo Alfaro mostró su malestar por la actuación arbitral que sufrió el conjunto granate en la tarde de ayer. Aún así, el técnico quiso destacar que su equipo dio la cara en los primeros compases del duelo y alabó la buena sintonía con la afición en el último mes y medio de campeonato.
En la rueda de prensa, Alfaro no quiso ocultar su malestar. «No tengo una sensación agridulce, lo que siento es tristeza. Cuando te sale cruz en una eliminatoria como esta, te vas triste. Hemos vivido un mes y medio de ensueño con una comunión entre los aficionados y el equipo estupenda. Nos hemos enganchado unos a otros y el final no va a acorde con el resultado del equipo», señala.
Pese a este desencanto, el entrenador del Pontevedra no quiso dejar escapar la oportunidad para ensalzar a su rival. «Quiero felicitar al Alcorcón y deseo que sean un equipo de Segunda A dentro de quince días. Tienen un gran equipo, con una gran trayectoria y es justo que estén aquí. Nos hemos enfrentados a once amarillos y a un señor que andaba por allí y era el arbitro», añade.
Insultos a futbolistas
«Lo peor de un juez es que no sea justo, que sea un cobarde. Cuando me dicen los catorce futbolistas que les ha insultado duele mucho y es para creerles. Un árbitro es lo ultimo que puede hacer, reírse de los jugadores. El fútbol español no merece que personas así asciendan», destaca Pablo Alfaro. El técnico granate cree que el penalti y la expulsión de Vázquez lo cambió todo. «Ha habido una jugada que lo ha cambiado todo, el penalti. Hubo una primera media hora de buen futbol y con muchas ocasiones. Luego la jugada del penalti, que puede que lo sea porque desde mi posición no lo pude ver, pero te quedas con uno menos y es difícil. Pero hubo otro que no tuvo narices a pitarlo. Luego ya nos marcan el segundo de estrategia y se acabó».
Alfaro calificó de pistolero al colegiado de ayer. «Me fastidia un montón hablar de árbitros porque creo que es la tercera vez que nos pasa, y la segunda en play off después de lo del Tartiere. Cuando mas tranquilos tienen que estar ellos, es peor. Un árbitro no puede ser un pistolero como lo fue este. Para eso no hace falta ser bueno ni valiente», sentenció.