La Consellería de Medio Ambiente desactivó hace unos días el protocolo de seguimiento de cianobacterias en el río Umia al considerar nulo el riesgo de proliferación del alga Microcystis. Desde el año 2007, en que se empezó a aplicar, el protocolo se activa en el mes de abril y se mantiene como mínimo hasta finales de octubre.
Este otoño se prolongó hasta diciembre. Las variables analizadas durante el seguimiento del embalse de A Baxe y de las cuatro captaciones situadas aguas abajo -Segade, Rabuñade, Ponte Baión y Ponte Arnelas- son dos, la concentración de clorofila y la abundancia de cianobacterias.
Cada verano desde el 2006 se vienen produciendo importantes proliferaciones del género Microcystis en el embalse de Caldas. Se trata de una cianobacteria unicelular que forma agrupaciones coloniales de tamaño y morfología variables. Puede producir una toxina conocida como microcistina, cuya toxicidad se manifiesta en distinto grado según su concentración en el agua y el tiempo de exposición a la misma, provocando desde leves irritaciones cutáneas hasta problemas gastrointestinales y enfermedades hepáticas.