Puede que su apellido le predestinase a mojarse en el campo que se ha convertido en su profesión. El pontevedrés Fernando Lafuente es ingeniero agrícola en la especialidad de jardinería, y ha enfocado su trayectoria hacia el paisajismo. En Barcelona trabaja en una constructora de obra pública llamada Moix, dentro del departamento de Jardinería, pero junto a otros amigos, artistas y paisajistas, se ha embarcado en distintos proyectos con los que está extendiendo las raíces de su talento. Sin ir más lejos, hace tres años el proyecto que presentó junto a Carlos Portas y Estitxu Losa ganó el tercer Festival de Creación de Exteriores Hitos del Rodenal, destinado a intervenir artísticamente las zonas más degradadas por el incendio de Guadalajara en el que murieron en el 2005 varios brigadistas. Además, hasta noviembre, el diseño de jardín que presentó junto a Ana Gracia, Carla Rafart, Jaume Campos y Jaume Carrés es uno de los seleccionados en el ya prestigioso certamen de Allariz. El público dirá cuando termine la exhibición cuál es el ganador entre los once jardines expuestos junto al río Arnoia. Y en septiembre, vislumbra otro paisaje aún más ambicioso. Estará en el equipo español, coordinado por el gallego Gabino Carballo, que ha sido invitado por la organización del Gardening World Cup (Campeonato Mundial de Jardines) en Japón para participar en esta exhibición internacional, junto a otros once profesionales de distintos países.
El proyecto se inaugura el 30 de septiembre, aunque el equipo, del que también forman parte Nuno Almeida, Carmen Borraz y Josep Teruel, irá días antes para montarlo en el recinto expositivo, en uno de los parterres del parque que es copia del que rodea el palacio holandés de Huis den Bosch, en el entorno de Nagasaki. «Siempre la temática es jardines por la paz -explica Lafuente-. En nuestro caso, el diseño es una mezcla entre un patio mediterráneo y la leyenda de San Jorge y el dragón. El patio representa la tranquilidad que lucha con el dragón, que es el elemento de guerra y que presentamos moribundo en forma de pérgola de bambú y con una fuente de agua roja. Presentamos esta dualidad en forma de jardín y en el caso de la vegetación utilizamos el trencadís, la idea de los azulejos rotos y vueltos a pegar de Gaudí». Lafuente destaca que en España comienza a pegar la cultura de los jardines a la que son ya tan aficionados en Japón e Inglaterra y destaca en este sentido la experiencia pontevedresa de los jardines efímeros. «En el Chelsea Flower Show, la exhibición mundial más importante, hay gente que los compra y se los lleva a su casa», apunta. Pertenece a la Asociación de Profesionales de los Espacios Verdes de Cataluña y reivindica que se reconozca en España el paisajismo como profesión.