«Asumo que la niña se irá»

maría conde PONTEVEDRA / LA VOZ

PONTEVEDRA

RAMON LEIRO

Cruz Roja celebra el Día de la Familia promoviendo la acogida de menores, un programa en el que participan 33 familias en la provincia, con 40 niños

15 may 2013 . Actualizado a las 07:00 h.

Nieves Rodríguez y Manuel Carballo viven en el barrio de Monte Porreiro y son padres de dos niñas, de 8 y 6 años. Recientemente han sumado a la familia una bebé de mes y medio en régimen de acogida. Son una de las 33 familias de la provincia que lo hacen a través de Cruz Roja y no es la primera vez que participan en este programa de atención temporal a menores. Antes convivieron nueve meses con un niño de dos años y con otra bebé durante dos meses. Y Nieves tiene claro que si puede, seguirá habiendo uno más en casa. «Había estado en campamentos con niños de Aldeas Infantiles y luego leí un reportaje sobre el tema. Consulté a mi marido, fui a preguntar y empezamos con todo -cuenta-. Desde que tuvimos la aceptación como familia acogedora, pasaron tres meses hasta que llegó el primer niño, teníamos unas ganas... Es una experiencia única, también para mis hijas. Es una forma de que vean la realidad de esta vida. Son conscientes de que se trata de niños que no pueden estar temporalmente con sus padres. Y también saben que tienen que repartir el tiempo con su madre, así que es una forma de que se hagan más independientes».

Reconoce que el fin del acogimiento «no es un momento agradable», pero «tiene su recompensa». «Quiere decir que el niño estará con su familia, o con una familia que lo va a adoptar -afirma-. Mientras está contigo es un hijo más y es muy gratificante, pero tienes que tener asumido que se va a ir. Disfrutas cada día y mientras está en casa, no está en un centro».

Lo mismo piensan Ángela Ledo y Javier Acuña: «Lo tienes asumidísimo». La bebé que tienen acogida vino con solo ocho días y lleva con ellos nueve meses, pero antes, también cuidaron durante tres años a dos hermanos que contaban con 5 y 6 años cuando llegaron a su hogar. «Nos llamó mucho la atención desde el principio su capacidad de adaptación -señala Ángela-. Creo que se apoyaron más el uno en el otro por la historia compartida que tenían». Añade que «ya solo por los beneficios para los niños», este programa merece la pena. «Y te llena muchísimo».