Gran afluencia a las manifestaciones convocadas por los sindicatos
02 may 2014 . Actualizado a las 07:00 h.Los dieciocho muertos que se cobró el mar en apenas 50 días en los naufragios del Santa Ana, Mar de Marín y Mar Nosso, pesaron mucho ayer en la conmemoración del 1 de mayo en Pontevedra. De hecho, la manifestación convocada por Comisiones Obreras y UGT, a la que se sumó el sindicato de Traballadores da Sanidade Pública, realizó un recorrido inédito para acabar en el muelle de As Corbaceiras, donde se lanzó un ramo de flores a la ría para homenajear a los marineros fallecidos.
Además, se leyó un manifiesto en el que se demandó de las Administraciones que incrementen las medidas de seguridad en el mar, un mayor control de la normativa en lo que se refiere a jornadas especiales en este tipo de trabajos y, en definitiva, «que os Gobernos deixen de vivir de costas ao mar».
Obviamente, la manifestación de Comisiones y UGT también prestó atención a la situación general de la economía, del mercado laboral y de los derechos sociales. Sen emprego de calidade non hai recuperación. Máis cohesión social para máis democracia, proclamaba una de las pancartas, mientras en otra se podía leer Queren acabar con todo: traballo, dignidade, dereitos.
La CIG, la más numerosa
El buen tiempo ayudó a que las manifestaciones de ayer en Pontevedra fueran de las más numerosas de los últimos años. Como suele ser habitual, la que más simpatizantes congregó fue la de la CIG, que coincidió en el tiempo con la de los otros dos sindicatos, aunque hizo un recorrido diferente y acabó en O Teucro. Los nacionalistas, que dirigieron sus críticas a Europa, al deterioro de las condiciones laborales y al incremento del paro, marcharon tras una pancarta en la que se podía leer Contra a explotación e a pobreza, fagámoslle fronte a Unión Europea.
También hubo tiempo en las manifestaciones para otras reivindicaciones sectoriales, como la de los emigrantes retornados o la de los trabajadores de Construcciones Crespo; y para una recogida de firmas de apoyo a las trabajadoras condenadas a tres años de cárcel por verter colorante en las piscinas de Campolongo.