
El delantero de Torrelavega logró el empate ante el Mensajero forzando la prórroga y se presenta como la esperanza granate para superar al Manzanares
05 jun 2015 . Actualizado a las 17:14 h.El Pontevedra fichó a Jorge Rodríguez porque es un hombre de gol y porque acumula una dilatada experiencia en fases finales de las que pocos pueden presumir. La actual es la octava participación del delantero de Torrelavega en un play-off. Los ha disputado bajo los tres últimos sistemas de competición: cuando había una liguilla, cuando había semifinales y final y ahora que son eliminatorias directas (habiendo probado la fase prioritaria de campeones). Y lo ha hecho de Tercera a Segunda B y de esta categoría a la de plata. Además ha celebrado hasta tres ascensos defendiendo otros tantos escudos: el de la Gimnástica, el del Oviedo y el del Rácing de Ferrol.
Ahora quiere repetir sensaciones vistiendo de granate y lo cierto es que es optimista. «Tras el duro palo recibido ante el Mensajero toca levantarse. Ya es agua pasada», asume el ariete, que desliza la idea de que «todos hemos aprendido a actuar en esos momentos de tensión». Tanto que ha sido «todo un máster» en play-offs, «que le va a venir muy bien a los más jóvenes para ahora y para el futuro». Lo dice porque «hemos tenido que aprender mucho y muy rápido. El domingo te llevas un golpe fuerte y el lunes ya hay un sorteo. Así funciona».
Jorge ha firmado un total de 16 goles en sus participaciones en promociones de ascenso. Tres en su primer concurso, con solo 19 años, siete en la segunda (su mejor marca) y cinco en la tercera. El pasado domingo, en Pasarón, volvió a reencontrarse con el gol en la jornada decisiva, forzando la prórroga ante el Mensajero y dando alas a un equipo que se veía fuera del sueño del ascenso.
Es más, técnicamente, fue el autor de hasta tres goles en dicho encuentro. El que empataba la eliminatoria, el que le anularon por fuera de juego, a pesar de ser legal, y el del penalti en la tanda final. Ese estado de gracia de cara al gol le confieren los galones suficientes como para canalizar el juego de ataque del equipo de Luisito y ser el referente. Jorge, que sueña con anotar el tanto del ascenso, es consciente que «a los delanteros se nos juzga precisamente por esos goles».
Como único punta, sin Carnero
Tal y como ocurrió en la anterior eliminatoria, Jorge está llamado a jugar como único punta en un dibujo en el que estará arropado en el mediocampo pero en el que tendrá que verse las caras contra toda la zaga del Manzanares.
Pablo Carnero, el hombre que acostumbra a fijar a los defensas rivales, sigue renqueante de una sobrecarga y será decisión del técnico si finalmente le utiliza en el encuentro de ida o si le reserva para la vuelta en Pasarón.
Jorge es consciente de la responsabilidad que tendrá en tierras manchegas, pero acepta de buen grado el reto. Junto al de Torrelavega viajarán todos los integrantes de la primera plantilla, incluso los lesionados, para hacer piña en el momento clave del año. El ariete ha logrado ascender en tres ocasiones con tres equipos marcando un total de 16 goles