Luisito y Alcázar, dos exfutbolistas del Tomelloso, se juegan el ascenso

Roi Palmás
roi palmás PONTEVEDRA / LA VOZ

PONTEVEDRA

CEDIDA

Ambos jugaron de blanco y ahora pugnan cara a cara en los banquillos

12 jun 2015 . Actualizado a las 05:00 h.

El pasado siempre vuelve, a pesar de las distancias temporales y geográficas. Y si no, que se lo pregunten a Luisito y a Guillermo Alcázar, dos hombres de fútbol, de la misma quinta (nacidos en el año 1966), que cambiaron pronto los terrenos de juego por los banquillos y que llevan semana y media diseccionando la mente del contrario ante la última gran batalla que librarán mañana en el municipal de Pasarón. Ese duelo deparará la gloria de seguir vivo en la lucha por el ascenso para uno y pondrá fin a esta aventura para el otro.

Lo que no sabían hasta hace pocos días es que ambos comparten vivencias del pasado en territorio manchego, concretamente en el Tomelloso, hoy en día desaparecido como tal y reemplazado por el Atlético Tomelloso.

Su historia es de esas que merece ser contada. Jugaron en un club fundado en 1927 y que nació como Tomelloso Foot-ball Club. Tras la Guerra Civil españolizó el nombre para llamarse Tomelloso Club de Fútbol. Tras un período de inactividad en la década de los cuarenta regresó a la competición y aunque volvería a intercambiar su nomenclatura varias veces, puede presumir de haber militado hasta en ocho temporadas en Segunda B.

La época de Luisito

Precisamente el tercer proyecto de la categoría de bronce de la historia del club manchego, ha pasado al recuerdo como uno de los años más convulsos del pasado. El equipo comenzó de cero, prescindiendo de la práctica totalidad del vestuario. El técnico era el húngaro José Toth Zelé, que también fue destituido en el mes de noviembre tras caer derrotado ante el colista. Le relevaría su segundo, Úbeda, y a este, Juan Carlos Rodríguez, que fue quien fichó a Luisito. Para buscar la permanencia en el Grupo IV junto a catalanes, baleares, levantinos y murcianos, en el club blanco echaron mano de «un futbolista de carácter, rápido, listo y combativo», tal y como recuerda su ahora homólogo.

El de Teo disputaría 14 encuentros, 12 de ellos como titular. Finalmente, el equipo logró la meta de no descender, aunque no lo asegurarían hasta el último suspiro, ya que finalizaron en el puesto 16 y se salvaron de la quema porque había otros conjuntos en los demás grupos con peor balance que los manchegos.

Luisito evoca de aquella época que «a xente alí iba ao campo, animaba moito» y con cierta nostalgia rememora que «os domingos pechaban as rúas e os veciños saían a pasear. Era incríble».

La época de «Guillermo»

El entrenador Alcázar era Guillermo como futbolista. Un jugador que probó las mieles de la Primera División en el Mallorca, guarda un recuerdo agridulce de su paso por Tomelloso. A él le tocó vivir la etapa en Tercera División y quizás en uno de los años más duros.

La falta de liquidez económica obligó a algunos de los mejores futbolistas a abandonar precipitadamente la entidad. Se perdieron los duelos directos contras los grandes favoritos y finalmente se quedaron apeados de los puestos de ascenso.

En medio de aquellas penurias económicas, el equipo se conjuró para ganar la copa provincial y con el título llegó, como un maná, un millón de aquellas antiguas pesetas que ayudó a alivar las penurias económicas.

La época actual

El fútbol ha vuelto a reunir a dos exblancos, al frente de dos banquillos con hambre de ascenso. Para el Pontevedra, este reto se ha convertido en el único desenlace que se baraja. Para el Manzanares, ya se ha logrado romper el techo predefinido y pase lo que pase se festejará por todo lo alto.