Arrancan de madrugada la escultura del loro Ravachol y la dejan en un lateral del santuario

Cristina Barral Diéguez
cristina barral PONTEVEDRA / LA VOZ

PONTEVEDRA

Ramón Leiro

La policía custodia la pieza e investiga si fue un acto vandálico

10 dic 2018 . Actualizado a las 05:00 h.

Un cono naranja de señalización de la Policía Local fue lo que se encontraron este domingo por la mañana los pontevedreses y visitantes que pasaron por la plaza de A Peregrina. La escultura del loro Ravachol no estaba en su lugar tras haber sido arrancada de cuajo por su base durante la madrugada. Una patrulla de la Policía Local descubrió sobre las ocho de la mañana que la pieza de hierro de dos metros de altura y obra del artista José Luis Penado no estaba en su sitio. La escultura fue localizada enseguida a escasa distancia. Estaba tirada en el suelo en un lateral del santuario.

Según explicaron fuentes de la Policía Local, la pieza está entera y fue arrancada de cuajo por la base. Desde que fue recuperada está custodiada en las dependencias de la Xefatura. Se abrió una investigación para saber qué fue lo que ocurrió, si bien la hipótesis del acto vandálico cometido por una o varias personas es la que cobra más fuerza. La policía solicitará a la oficina del Banco Santander que está al lado de la escultura las imágenes grabadas por las cámaras de seguridad. Su visionado podría arrojar luz sobre lo ocurrido. También será fundamental la declaración de posibles testigos.

La ausencia del loro Ravachol no pasó desapercibida para los peatones. No hay que olvidar que ese lugar es uno de los más fotografiados y concurridos de la ciudad, más todavía en estas fechas prenavideñas. La escultura del artista pontevedrés José Luis Penado fue inaugurada hace más de doce años, el 23 de febrero del 2006.

El Concello había presentado la maqueta en marzo del 2004 y tardó casi dos años en decidir su colocación. Se optó por la plaza de A Peregrina porque en ese lugar estaba precisamente la botica de don Perfecto Feijoo. Lo que se buscó en su día fue potenciar al irreverente loro del boticario como referente del carnaval pontevedrés. Se desconoce cuándo se reparará la escultura.