Alberto López de Ipiña: «Seguramente PonteVan se podrá importar a Euskadi»

Cristina Barral Diéguez
cristina barral PONTEVEDRA / LA VOZ

PONTEVEDRA

Alberto López de Ipiña, presidente de Slow Food Araba y consejero internacional en España
Alberto López de Ipiña, presidente de Slow Food Araba y consejero internacional en España A.L.

El presidente de Slow Food Araba participa con una delegación vasca en un intercambio con el CIFP Carlos Oroza de Pontevedra

14 may 2021 . Actualizado a las 09:01 h.

Alberto López de Ipiña (Vitoria, 1960) preside la Slow Food Araba y es consejero internacional de Slow Food para España. Forma parte de la delegación vasca que hoy visita el CIFP Carlos Oroza de Pontevedra con motivo de un intercambio gastronómico entre las escuelas de hostelería de la ciudad y de Gamarra, en Vitoria, y para conocer de cerca dos experiencias locales: el huerto y la furgoneta que da comidas, la PonteVan.

-Slow Food promociona los productos locales de calidad y apoya a los productores respetuosos con el medio ambiente. ¿Son una asociación, una filosofía de vida?

-Somos una asociación internacional con presencia en países de todo el mundo. En España tenemos alrededor de dos mil socios, de ellos 300 en territorio alavés, que es el que de alguna manera lideró, pero me preocupo de toda España. De hecho, este fin de semana estaremos con Rocío [García Carregal] que es la compañera que lleva Slow Food Galicia.

-Slow Food Araba se constituyó en el 2005, pero el trabajo empezó mucho antes...

-Aunque empezamos en el año 86 en contra del fast food, de ahí viene nuestro nombre de slow food, nuestros objetivos se han ido ampliando y ahora mismo estamos trabajando por la biodiversidad, por la recuperación de razas autóctonas y vegetales que se están perdiendo, trabajando también por esa cultura gastronómica que tenemos en nuestra Península, y que creo que es mejor que la que en aquellos años intentaron imponernos desde América. Lo está demostrando la dieta mediterránea, que está contribuyendo a que seamos el segundo país más longevo del mundo después de Japón. Algo tendrá que ver. Cuando nos empezamos a organizar fue en el 2005 y ahora trabajamos mucho con la educación.

-¿Qué buscan trabajando en el campo de la educación?

-Con adultos lo hacemos a través de lo que llamamos laboratorios del gusto, que son encuentros entre productores, nutricionistas, cocineros y consumidores para ver el producto, degustarlo y ver cómo se puede poner en la mesa de la manera más nutritiva posible. Dentro de esa educación, a nivel infantil, llevamos a los colegios a visitar a productores.

-¿Es positiva la colaboración entre escuelas de hostelería?

-En Vitoria tenemos dos escuelas, la de Gamarra y la Egibide. Son socios de Slow Food y emplean lo que se llama comida kilómetro 0. Hemos estado viendo experiencias y a través del director de la escuela de Gamarra, Iñaki Armentia, va a haber este intercambio con Pontevedra.

-¿Qué les atrae de PonteVan?

-Seguramente se podrá importar a Euskadi. Nos habíamos planteado un poco ese sistema pero a nivel un poco más grande con autobuses, pero se iba de presupuesto y lo dejamos aparcado hace unos años. La semana pasada tuve una reunión con la Consejería de Agricultura del País Vasco, la Diputación y la Escuela de Gamarra, me pidieron que le echamos un vistazo porque si aquello funciona igual le podemos dar más funcionalidad.