Replica un mosaico romano en pleno siglo XXI para divulgar conocimiento

ana mato / s.b. PONTEVEDRA / LA VOZ

PONTEVEDRA

La restauradora Ana González, con la réplica del mosaico romano de Panxón en el que trabaja en el Museo de Pontevedra
La restauradora Ana González, con la réplica del mosaico romano de Panxón en el que trabaja en el Museo de Pontevedra RAMON LEIRO

Ana González defiende desde el Museo la recuperación del patrimonio

25 jul 2021 . Actualizado a las 10:58 h.

A veces, de una situación complicada nacen oportunidades. Es lo que le pasó a Ana González, una restauradora que siente auténtica pasión por la recuperación y conservación de bienes culturales. En el año 2020 estuvo trabajando en el Museo de Pontevedra cuando, como a todo el mundo, le llegó el confinamiento. Fue una época que dedicó a pensar en su futuro y en cómo difundir el arte de la restauración. Tuvo una idea de impulsar un taller para niños en el que realizar réplicas de piezas históricas, para aficionarles a los bienes culturales. El director del Museo de Pontevedra, José Manuel Rey, dio contenido a la propuesta sugiriendo central el futuro taller en el mosaico romano de Panxón.

«De no saber qué hacer a tener una ilusión cada mañana, fue muy bien. Lo que hice fue reproducir el mosaico de Panxón a escala 1:10, reducido, para cada participante del taller, y al mismo tiempo preparé otro a escala real», cuenta Ana. Un año después del confinamiento, en este verano del 2021, se pudo llevar a cabo el taller en las instalaciones del Museo.

Pero, ¿qué es el mosaico de Panxón? Se trata de una pieza de origen romano que pareció en ese lugar de la ría de Vigo. Sin embargo, en un momento dado se le perdió la pista y estuvo desaparecido durante décadas. «Aparece de nuevo en Nueva York, en una casa de subastas -apunta Ana González-. Se están haciendo trámites para repatriarlo, pero mientras eso no pase, queríamos ir dándolo a conocer, para que la gente, sobre todo los más pequeños, sepa de qué se trata, de todos modos». La restauradora cree que hay muchas posibilidades de que el mosaico regrese a Galicia, aunque desconoce si su destino sería el Concello de Nigrán o para el Museo de Pontevedra. «Sea donde sea, en Galicia va a estar bien», asegura..

Volviendo al taller que impartió en el Museo, Ana lo enfocó entorno al propio mosaico y a partir de ahí fue explicando a los participantes el trabajo de los romanos, cómo fue avanzando y evolucionando su arte. «Este sería un mosaico de los más avanzados», explica. Además, el taller se centra sobre todo en la restauración. Los asistentes trabajaron durante las sesiones en hacer, sobre una de las réplicas que había preparado Ana, la reintegración cromática, que es una técnica que hacen los restauradores. Un trabajo que no se podría hacer sobre una pieza original ya que requiere unos conocimientos muy concretos y específicos.

«Les explico muchas cosas, les pongo ejemplos de cada caso, les voy explicando el por qué de cada cosa, el trabajo que se lleva a cabo en un museo y como serían los pasos en el caso de que ese mosaico u otro cualquiera», explica.

El objetivo que Ana busca con este taller es que los niños se sientan restauradores por un día, una actividad diferente y divertida en donde todo aquel que participe pueda trasladarse a otra época. «Tratamos de acercarnos de una forma amena a la labor de un restaurador de bienes culturales, quiero hacer ver y entender que el intrusismo en esta profesión puede causar daños irreparables al patrimonio».

El taller que hace Ana en el Museo de Pontevedra, lo espera repetir a partir de septiembre en colegios de la provincia, especialmente en Nigrán, porque es el lugar donde apareció el mosaico. «Sería interesante, incluso para ayuntamientos, porque se trata de evitar que en el futuro se pueda repetir, por negligencia o por desconocimiento, una historia de desapariciones como la del mosaico de Panxón».

La pieza artística fue descubierta en Panxón y acabó subastada en Nueva York

El Concello de Nigrán inició a principios del 2019 los trámites para recuperar el mosaico romano de Panxón después de localizarlo en un anticuario de Nueva York, Carlton Hobbs, tras casi dos décadas en paradero desconocido. La pieza, de un metro cuadrado y encajada en una mesa, estaba a la venta por un precio de 58.000 dólares. Por aquel entonces, se celebraron reuniones entre el alcalde de Nigrán y el Ministerio de Cultura para tratar de recuperar la pieza, que vendría a corroborar que en Panxón existió al menos una importante villa romana.

¿Dónde se encontró?

El mosaico representa la figura de un pez, y el prestigioso arqueólogo Fernando Acuña Castroviejo lo documentó en los años 70 tras recibir un manuscrito por parte del también arqueólogo Xosé María Álvarez Blázquez. La pieza apareció durante unas excavaciones realizadas en la zona del castro de Panxón. Perteneció a una vecina del lugar, Umbelina González Lavandeira, que decidió usarlo como cubierta de una mesa para impedir que las piezas continuaran fragmentándose.

Los herederos lo subastaron en el año 2000 y desde entonces se le perdió la pista, hasta que fue localizado en la tienda de antigüedades Carlton Hobbs, en plena Gran Manzana.

El Concello de Nigrán espera que algún día pueda recuperarlo como pieza fundamental de la historia del municipio. Además, no se descarta que, de lograrlo, se convierta en un símbolo de Panxón.