Objetivo para alumnos del Carlos Oroza pontevedrés: empaparse de la cultura y la cocina vasca

Como decía el escritor y humorista estadounidense Mark Twain, viajar es fatal para los prejuicios, la intolerancia y la escasez de miras. Con la idea de sacar el máximo partido a un intercambio formativo, 18 alumnos y dos profesores del centro integrado de formación profesional (CIFP) Carlos Oroza de Pontevedra emprendían el pasado domingo viaje en autobús a Vitoria. La salida de los estudiantes del ciclo superior de Dirección de Cociña, a los que acompañan los docentes Ricardo Fernández Guerra y Julio José García Luque, se enmarca en el proyecto de innovación Gastronomía circular, que fue premiado por el Ministerio de Educación en la convocatoria del año 2020. En esta iniciativa el centro pontevedrés trabaja conjuntamente con el CIFP Gamarra, de Vitoria, y la Fundación Galicia Sustentable.

Desde el CIFP Carlos Oroza explican que se trata de un viaje formativo en el que el principal objetivo será desarrollar las líneas del proyecto. Son, entre otras, poner en contacto al alumnado con la cultura y la gastronomía vasca y su origen, así como conocer el proceso de adaptación de las nuevas tendencias culinarias a los productos autóctonos de esa autonomía. También comprobar el respeto por las tradiciones culturales y culinarias del País Vasco. Se procurará proporcionar a los estudiantes que participan en esta experiencia una visión global de las nuevas tendencias culinarias a través de visitas a restaurantes de cocina de autor de la alta gastronomía vasca, centros de formación o empresas del sector. El proyecto se desarrollará este año y el que viene.

Este lunes los alumnos del Carlos Oroza visitaron la escuela de hostelería de Gamarra. Conocieron las aulas, los talleres y también su huerta escolar. La de Gamarra es una de las tres escuelas públicas donde se puede estudiar hostelería en Euskadi. Ayer tocó elaborar y servir un menú típico gallego. Estudiantes pontevedreses y vitorianos realizaron de forma conjunta esos platos para el restaurante gastronómico del centro. Al igual que sucede en el Oroza, la clientela que lo degustó fue externa y pagó 15 euros.

¿Qué se sirvió? Tosta de lacón gallego con San Simón da Costa y empanada de grelos y Arzúa-Ulloa para empezar. Fabas de Lourenzá con mejillón de Galicia, ternera gallega al caldeiro, filloas con miel y Cebreiro, y vinos y licores de la comunidad. Un menú similar, pero más corto se sirvió por la noche en la sociedad gastronómica Errexala, fundada en 1988. Por delante quedan todavía varias jornadas para aprender y empaparse de la cultura y la gastronomía vasca antes de regresar a Pontevedra.

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