«No podemos ser meros multicines que durante diez días exhiben novedades»

Alfredo López Penide
López Penide PONTEVEDRA / LA VOZ

PONTEVEDRA

Martina Miser

Ángel Sala, director del Festival de Sitges, clausurará este sábado el Encontro Luso-Galaico

18 jun 2022 . Actualizado a las 05:00 h.

Ángel Sala, director del Festival Internacional de Cine Fantástico de Sitges desde hace veintiún años, será el encargado de clausurar este sábado la primera edición del Encontro Luso-Galaico de Festivais Audiovisuais promovido por la Diputación de Pontevedra y la coordinadora Proxecta.

—Su conferencia se titula «Expediente Sitges»...

—Sí. Voy a trasladar a los asistentes la experiencia de haber dirigido un festival durante más de veinte años y de un modelo de festival especializado, en este caso, en un género tan popular y tan mediático, como es el fantástico entendido de una forma muy amplia. Y cómo un festival especializado evoluciona y sobrevive en el panorama cambiante del audiovisual actual con la revolución tecnológica, de distribución y de producción, pero también con la pandemia que ha agravado o ha acelerado ciertos planteamientos del mercado y de ver y consumir el cine.

—¿Imagino que veintiún años dan para mucho?

—Sí, por Sitges han pasado muchísimos directores que, hoy mismo, son punteros en el cine de género. Algunos ya eran clásicos entonces y lo siguen siendo, desde Sam Raimi a John Carpenter o David Cronenberg, pero también, ahora que tenemos en las pantallas la nueva de Jurassic Park, Colin Trevorrow cuando nadie lo conocía y presentaba su primera película. Asimismo, han pasado muchísimos actores y gente del cine, si olvidar que la interacción con el público, la prensa dan para muchísimas anécdotas, pero también para muchos aprendizajes y experiencias que nos han ayudado para estar más cerca de lo que es nuestro público, la industria y los medios de comunicación.

—Antes hablaba de la revolución de los últimos tiempos, ¿en qué sentido ha evolucionado el Festival de Sitges?

—Los que estamos detrás del festival pretendemos que no se anquilose en el éxito. Evidentemente se corrige y cambia lo que no funciona e intenta no estar estable más que lo que tiene que esta. No podemos dejarnos llevar por el éxito, sobre todo, de público e intentamos estar al día de las tendencias, de que el festival tenga un objetivo y un propósito, no podemos ser meros multicines que durante diez días exhiben novedades, pero tampoco una pasarela de moda. Tiene que tener unas vibraciones que sean detectables por la industria, por los factores que determinan el audiovisual y, en este caso, por el género fantástico, y estar en conexión con su público potencial. Siempre digo que, tras la pandemia, no volveremos a tener un Sitges normal. No volveremos a lo de antes. Habrá un Sitges nuevo. Si intentamos volver a lo de siempre, a lo que funcionaba, posiblemente fracasaremos. Se han acelerado muchísimos cambios.

—¿Entiendo que uno de ellos puede ser la expansión de las plataformas y el visionado por streaming, así como el acortamiento de los tiempos desde que se estrena en salas hasta que se puede ofrecer en televisión?

—Bueno, es un cambio que siempre ha estado aquí. La posibilidad de un consumo audiovisual en casa ya estaba desde los ochenta, antes con la programación cinematográfica de las televisiones, pero luego con el alquiler a través de los videoclubs, que fue una gran revolución y que tiene muchos paralelismos con lo que pasa ahora en las plataformas. Es un proceso que en su ADN ya estaba situado en el mercado. Pero lo cierto es que ver ahora una película en una plataforma implica un formato correcto, mucha gente tenemos en casa procedimientos para disfrutar del cine más sofisticados, televisiones smart, sistemas de proyección y hasta en un ordenador decente se puede ver una película con ciertas condiciones. Las plataformas ofrecen la posibilidad de la VOS… Hay una serie de condicionamientos que hacen que el hecho de disfrutar del cine, aunque no sea en muchos casos comparable a la experiencia en salas cinematográficas, es bastante sofisticado. El streaming ha sido una revolución, pero no creo que sea tan mala noticia. Es algo que está en incandescencia y se tiene que situar en la parrilla de ofertas de la propia industria. No creo que sea negativo, como tampoco creo que lo sea de cara a la teórica crisis de espectadores en los cines. Teniendo en cuenta un cierto, por así decirlo, caos de oferta y de posición en el mercado, no creo que sean una mala noticia. Al revés, permiten a la gente consumir más cine que nunca y consumirlo en buenas condiciones. Y, de hecho, las cifras de la piratería en algunos países han bajado muchísimo desde que se han generalizado las plataformas.

—¿Cómo valora una propuesta como este Encontro de Festivais Audiovisuais?

—Todas las iniciativas que son de poner en común experiencias, de debatir, de foros donde los profesionales del sector o la industria... son muy interesantes. Estamos en un período en el que tenemos que hablar mucho. Aunque, a veces, dicen que hablar sirve de nada, sí, sí que sirve. Estamos en un mundo global y los festivales, en un lugar como la península Ibérica donde hay eventos importantísimos, especializados y generalistas, y donde desde hace muchas décadas se ha favorecido y hecho prosperar el concepto de festival cinematográfico, venir a hablar a un lugar como Galicia y de cine en una zona tan cinematográfica y tan relacionada con lo fantástico es todo un placer. Creo que estas iniciativas son, más que nunca, necesarias. Tenemos que salir de un cierto aislacionismo cultural y relacionarnos en persona y no a través de zooms.