El festejo del hijo de Alejandro y Carla reabrió la pila bautismal de la isla
16 jun 2025 . Actualizado a las 19:00 h.El bautizo del pequeño Unai Goberna Núñez fue todo un acontecimiento social en la única isla del Parque Nacional Illas Atlánticas de Galicia que está habitada todo el año. Era la primera vez en varias décadas que en la iglesia de San Xaquín se bautizaba a un Goberna, pero los padres, con la inestimable colaboración del párroco de Bueu, José López, aprovecharon la ocasión en un acto sencillo, y que a la vez estuvo lleno de emotividad. Aunque la mayoría de los descendientes de las familias que vivían en Ons residen desde hace décadas en el continente, los lazos afectivos con la isla nunca se han roto y esa añoranza de la vida insular se refleja en pequeños actos como esta ceremonia religiosa. Hacía seis años que no había un bautizo en Ons y cerca de cincuenta desde la última vez que un miembro de esta familia usó la pila bautismal insular.
El pequeño Unai es hijo de Alejandro Goberna, hijo de isleños, y de Carla Núñez, natural de la villa de Bueu. Alejandro explica que siempre se ha sentido unido a Ons y que el nacimiento de su primogénito el 25 de marzo le brindó esa oportunidad que él no tuvo de ser cristianado en el enclave que vio nacer a su familia desde hace generaciones.
«Aínda que eu me criei na illa e volvo sempre que podo, non tiven o meu bautizo alí, meus pais e avós si o foron alí, pero eu non e quería que si o puidese facer o meu fillo», comenta Alejandro. El padre de Unai está unido sentimentalmente con Ons, y lleva también en la sangre la profesión gastronómica. Sus tíos son los dueños de Casa Checho, uno de los locales más emblemáticos de la isla y de toda la comarca. Él mismo también es cocinero en el hotel Louxo, en A Toxa.
Colaboración del párroco
El nacimiento del bebé fue la excusa, pero, ¿cómo se organiza un bautizo en una iglesia que está casi todo el año cerrada y donde apenas hay oficios religiosos más allá de las fiestas del verano? En este caso, la colaboración con el párroco buenense fue fundamental. Alejandro señala que cuando le preguntó al sacerdote por bautizar a Unai en Ons, el cura aceptó encantado.
Mientras la familia y otros invitados, en torno a unas 24 personas, se prepararon para la celebración y se reunían en la iglesia de San Xoaquín, el padre del pequeño Unai trajo desde Bueu al sacerdote en una lancha. «Non tivemos ningún problema, ao cura leveino eu na lancha e os invitados estaban na igrexa». El párroco llevaba todo lo necesario, agua bendita incluida para llenar la pila del templo. «Como o cura é amigo noso, dixo que non nos preocupáramos, que xa preparaba el todo. Nos dixo que era un regalo para nos e xa trouxo el a auga bendita e a vela». Junto a la pila también estaban los padrinos, Manuel Ángel y Bea. Como fotógrafo se encontraba uno de los cronistas del devenir histórico de Ons, Celestino Pardellas.
A la una y media de la tarde del pasado sábado se ofició el bautizo, con una ceremonia que Alejandro describe como «tradicional e illán», y el pequeño Unai fue recibido en el seno de la comunidad católica como lo fueron sus antepasados que vivían de forma permanente en Ons.
«Todo foi tradicional e para min é un orgullo que un Goberna, que somos illáns, sexa bautizado na illa. Unha cousa así non se fai todos os días», destaca el padre. Alejandro rememora los días de su infancia y juventud, cuando desde Semana Santa y hasta el final del verano se quedaba en Ons con los suyos. Si no fuese porque había que ir al colegio, no habría forma de sacarlo de allí «Eu era o rapaz da illa», resalta.
El abuelo de Unai, Arturo, resume el sentir de la familia: «Para min foi unha alegría das máis grandes do mundo que o meu neto fose bautizado na illa», como lo había sido también él en su momento y sus antepasados antes.