La actividad furtiva en la ría de Pontevedra se concentra en el pulpo y la almeja

Marcos Gago Otero
marcos gago PONTEVEDRA / LA VOZ

PONTEVEDRA

Gardacostas de Galicia haciendo una inspección en la ría de Pontevedra
Gardacostas de Galicia haciendo una inspección en la ría de Pontevedra RAMON LEIRO

Los Gardacostas retiran del mar y las playas el doble de nasas y objetos que en 2021

16 ago 2022 . Actualizado a las 19:45 h.

Los furtivos no se van de vacaciones y nada les importan las vedas y las tallas reglamentarias de las especies que esquilman. El balance del servicio de Gardacostas del primer semestre de este año refleja un incremento notable en las incautaciones de material ilegal detectado en el mar y en las playas de la ría de Pontevedra. Al evaluar los datos facilitados por la Consellería do Mar, en el sector pesquero y marisquero de la ría señalan que estas incautaciones se refieren sobre todo a nasas, cacharros y redes. Entre enero y junio de este año los agentes autonómicos requisaron 3.020 objetos irregulares en las aguas pontevedresas. En los seis primeros meses del año pasado habían sido solo 1.456. Se ha intensificado también la actividad inspectora.

El patrón mayor de Bueu, José Manuel Rosas, explica que la inmensa mayoría de estos materiales retirados del mar son nasas del pulpo. El cefalópodo es una de las dos especies que sufre una mayor presión furtiva, la otra es la almeja, según el patrón mayor de Raxó, Iago Tomé. Otra de las especies que padece el espoleo furtivo es el percebe, pero realmente no hay nada a salvo si los amigos de lo ajeno creen que podrán conseguir ingresos por detrás de los cauces regulares de comercialización. Por supuesto, esos productos furtivos llegan al mercado sin la inspección fiscal y sanitaria a la que sí se someten los legalmente capturados.

El patrón mayor de Bueu, que también es el presidente de la federación provincial de cofradías, atribuye el incremento de las incautaciones de aparejos irregulares a que en Pontevedra al buen trabajo desarrollado por los Gardacostas. Pontevedra es, después de Vigo, el litoral gallego donde se han retirado más artes irregulares del agua.

«Hai un pouco de todo, pero principalmente trátase de nasas do polbo», comenta Rosas. El pulpo pontevedrés tiene la fama de ser uno de los más sabrosos de Galicia y eso se cotiza en alza.

Por su parte, el patrón mayor de Raxó comenta que hay también una importante actividad furtiva vinculada a la almeja. «No verán temos moito furtivo de bañador, e logo están tamén os que o fan todo o ano», resalta.

De los primeros, Tomé sostiene que se trata normalmente de personas que aprovechan su estancia en la playa para llenar un cubo o bolsas con la almeja, acción que está prohibida porque este bivalvo es el sustento económico de las cofradías y, al pasar por lonja, se garantiza su calidad sanitaria.

Para disuadir de esta tentación a los bañistas, los pósitos organizan patrullas de mariscadoras que hacen guardia en las zonas más concurridas y que están situadas en los bancos más grandes de la ría como la costa de Poio. Con los furtivos profesionales la cosa es más complicada, porque es necesario que acudan la Guardia Civil o los Gardacostas.

Artes prohibidas e irregulares

El patrón mayor de Raxó también señala que todavía hay quien utiliza los cacharros para coger pulpo, sin importar que se trata de una arte prohibida por el impacto que tiene su uso en la cría del cefalópodo.

Además de las artes prohibidas también aparecen con frecuencia nasas irregulares, «sen dono ou sen identificar». Las nasas tienen que llevar un código, una especie de matrícula, que permite saber de quién son y si están correctamente caladas en las jornadas laborales legítimas.

Esta dificultad de saber quién es el furtivo que emplea alguno de estos métodos es la razón por la que las actas de infracción no son tan numerosas como las artes decomisadas. Hay, literalmente, que coger al furtivo con las manos en la masa y eso no es nada fácil.

En los primeros seis meses de este año se levantaron 133 actas de infracción, en un total de 530 inspecciones por parte de los Gardacostas en la ría de Pontevedra. Estas acciones desembocaron el comiso de 1.059 kilos de especies, frente a las 1.456 del mismo período del año pasado.

Las inspecciones también se llevan a cabo en locales y en el transporte por carretera

Los operativos de los Gardacostas de Galicia no se ciñen exclusivamente a la vigilancia de las rías. También actúan en el interior de la provincia, con inspecciones en establecimientos comerciales y hosteleros, así como en el transporte de mercancía por carretera. El objetivo de estas actuaciones es romper la cadena de manipulación de los productos furtivos asestando el golpe en la fase final de esta actividad ilegal: su comercialización al consumidor.

Los agentes de los Gardacostas intervinieron desde enero a junio en 54 ocasiones en el interior de la provincia de Pontevedra, que se sitúa tercera en esta clase de operativos en la comunidad autónoma. El resultado de esta planificación conllevó el levantamiento de actas de infracción en seis ocasiones, en la media semestral de esta clase de registros inspectores en la provincia. En el 2021 hubo 7 actas de infracción en el interior provincial.