El jugador regresa al balonmano dos años después de dejarlo para echarle una mano a sus amigos. En principio será solo por dos meses
12 oct 2022 . Actualizado a las 16:28 h.No le ha costado mucho a David Chapela dar el sí quiero al Cisne. Vuelve al equipo después de haber estado estos días en algún entrenamiento. Las bajas por lesión dejaron la plantilla en cuadro y el mono de balonmano del jugador hizo que el club diese un paso al frente después de mucho meditar. Funcionan como una familia y como tal hay que pensar los pasos que se dan. «Tenía la puerta cerrada al balonmano, pero si un familiar te pide ayuda, vas. Es algo puntual por dos meses. Tardaron en comentármelo», apunta Chapela. En cuanto se lo dijeron, acudió a un par de entrenamientos y lo vio claro.
Recuperó esa pasión innata por el balonmano y aunque se veía curando el mono en una pachanga con amigos, lo hará en Asobal casi dos años después de dejar el deporte para centrarse en su carrera profesional como fisioterapeuta. Quizás entonces también fue una decisión prematura. Acababan de ascender a Asobal y los confinamientos por ser un contacto estrecho de un positivo por covid ponían en riesgo su clínica. «Era insostenible, no podía permitirme cerrar el centro cada vez que hubiese un contacto. Pasó una vez y luego tuve que tomar la decisión de dejar el balonmano», recuerda Chapela. Pero esa decisión firme no le alejó de las pistas. Siguió la actualidad del Cisne esa temporada, la siguiente e incluso este año estaba pendiente del buen arranque de su «familia». Eso sí, no se imaginaba vistiendo la camiseta blanca de nuevo.
Hace un par de semanas, el club, con Santi Picallo a la cabeza, lo sondeó. Y él aceptó entrenar con ellos para echarle una mano ante la plaga de lesiones que sacude el equipo. De esas primeras sesiones se saltó pronto a la posibilidad de que jugase. Y otra vez, aceptó. «Ese es el planteamiento, echar una mano hasta que vayan recuperando a la gente que está de baja. Iré a entrenar siempre que pueda, de la misma forma que intentaré viajar», apunta David Chapela, que reconoce que «le dije que lo intentamos, pero llevo dos años sin jugar».
Se une al club, en principio, por un par de meses. En el aire queda si esta vinculación temporal se prolongará hasta final de temporada. El jugador pide ir paso a paso para ver cómo se va adaptando. «El equipo tiene ahora muchos chavales juveniles que lo están haciendo muy bien y ya les dije que si ellos están a mejor nivel, que no lo duden. A mí me dieron todas las facilidades y es un gran esfuerzo por ambos lados», apunta David Chapela, que asegura que con el compromiso va una ilusión desmedida. «Si no fuese así, no podría volver», recalca. Y dice con humor: «Al ver que ganaban, pensaba, a ver si me dicen que no hago falta»
El Cisne descansará este fin de semana y volverá a la competición el próximo 22 de octubre contra el Bada Huesca. Desde esa fecha jugarán todos los fines de semana hasta el 10 de diciembre, cuando la liga parará por las competiciones internacionales. La retomarán el 2 de febrero y la duda está ahí. ¿Seguirá David Chapela?