Jabato, seleccionador juvenil de balonmano y entrenador del Cisne: «Tocamos el cielo en el Europeo y lo repetimos con el oro en el Mundial»

PONTEVEDRA

Cisne

Acaba de hacer historia con una cantera a la que pide tener los pies en el suelo

21 ago 2023 . Actualizado a las 05:00 h.

Javier Fernández, Jabato, acaba de llegar de Croacia y ya ha dirigido el primer partido de pretemporada con el Cisne. Vuelve al banquillo del equipo que logró llevar a Asobal. Y lo hace después de haber logrado el oro en el Mundial juvenil de balonmano tan solo un año después de llevarse también el Europeo.

—¿Otro verano sin descanso?

—Sí, pero estoy bien, sobre todo cuando se consiguen los objetivos. Llevamos un verano duro e intenso de trabajo, pero la recompensa es la mayor.

—¿El oro en el Mundial hace olvidar el esfuerzo?

—Era algo con lo que soñábamos y sabíamos que era muy complicado porque veníamos de haber conseguido el Europeo el año pasado. Lograrlo dos veces seguidas era algo complicado que solo alcanzaron dos selecciones a lo largo de la historia. España nunca lo había hecho en esta categoría, pero los chicos han demostrado su ambición.

—¿Cuál es el secreto de esta generación de oro?

—Es una generación muy buena. Hay una variedad de recursos que facilita el trabajo de los técnicos. Tienen calidad individual y la ofrecen a nivel colectivo, pero también en todas las líneas de juego. Además son unos chavales con mucha garra. Es una generación que cuando recibe un golpe de otra selección es difícil que los tiren a la lona, siempre se levantan y tienen un gen competitivo muy grande.

—Ahora vuelve a la primera línea con la Cisne. ¿Qué le motiva más la liga o la selección?

—Es muy diferente. En la selección está todo muy concentrado, pero tienes un trabajo previo que te lleva todo el año, ves y pruebas a jugadores. Haces una labor muy diferente de la que te sientes muy orgulloso. Es balonmano, pero tienes la responsabilidad de poder elegir a los mejores para representar a tu país. Parece que consiguiendo éxito es todo maravilloso, pero si no fuese así estaría igual de orgulloso. A nivel personal estos chicos nos llevaron a cotas que nunca pudimos imaginar. Con el oro del año pasado en el Europeo tocamos el cielo y ahora volvemos a repetirlo con el Mundial.

—Dos de estos jugadores, Alberto Delgado y Carlos Ocaña, están llamados a tener un papel destacado en el Cisne.

—Sí, son chicos jóvenes. Algunos están en clubes de Asobal y este año tendrán más minutos, pero hay que tener los pies en el suelo porque todavía son jugadores en formación. Yo les auguro un gran futuro por lo que son y por lo que pueden llegar a ser. Tienen que quemar etapas e ir paso a paso.

—¿Es difícil que estos chicos tengan los pies en el suelo? Son jóvenes y suman dos oros internacionales.

—No, han hecho un trabajo excepcional todo el año. Cuando nos despedimos el año pasado les pedí que intentasen ser mejores y no se conformase. Lo han hecho, han trabajado muy bien en sus clubes y durante el verano con nosotros.

—Con toda esta carga de trabajo suma ahora la del Cisne, ¿qué le ha hecho volver a entrenar tras un año como responsable de la base?

—Me tomé un tiempo de descanso. También fue decisión del club después de enganchar la etapa de jugador con la de entrenador. No podía dedicarle todas las horas que yo querría. Fui honesto y di un paso a un lado. Ahora las tornas han cambiado, han perdido la categoría y el club pensaba que yo podía volver. Tenía mono de regresar porque lo que me gusta es estar en los banquillos.

—¿Cómo es de duro compaginar familia, trabajo, selección y liga?

—Sí que me cuesta, pero sarna con gusto no pica. El día tiene 24 horas y se me hace complicado, pero mi familia me ayuda a llevarlo todo bien. Intento rodearme de buenos equipos tanto en el Cisne como en la selección y he aprendido a delegar mucho.

«Ser uno de los equipos descendidos nos pone en los puestos de arriba»

 

 

Jabato se ha metido de lleno ya con el Cisne. Tras un verano centrado en la selección, toca dar un empujón a un equipo con el que espera estar luchando por volver a Asobal. Es difícil, pero confía en el trabajo de un bloque que viene del año pasado.

—¿Qué se puede esperar este año del Cisne en Plata?

—Todavía no lo he podido entrenar mucho con ellos. Estuve un día y los partidos del trofeo del fin de semana, pero he estado con Quiños haciendo los entrenamientos y viendo la evolución. Los encuentro bien en el momento de temporada en el que estamos.

—¿Es el ascenso a Asobal un objetivo?

—Yo, que ya conozco esta categoría, creo que realmente cualquier año es súper complicada, tanto cuando luchabas por mantenerte como después cuando estabas arriba. Año a año se supera porque han hecho proyectos muy buenos y con gente de mucho nivel con jugadores y entrenadores de Asobal. Hay plantillas muy potentes. Ser uno de los equipos descendidos que mantiene el grupo de jugadores nos pone en los puestos de arriba, pero hay mucho que pelear y trabajar. Si pensamos en el final antes de hacer el camino nos daremos un tortazo. La gente joven puede darnos un plus y si podemos estar en la batalla, lucharemos por todo lo que nos dejen.

—¿Queda algún refuerzo por llegar?

—No, la plantilla está cerrada con los recursos que tenemos. Sigue el 85 % del grupo con dos incorporaciones. Es un equipo joven con el que intentaremos mantener el nivel.