Un hilo de agua marca el cauce de uno de los mayores afluentes del Gafos
PONTEVEDRA
Vaipolorío lamenta el efecto de la A-57 y del exceso de consumo vecinal
15 sep 2023 . Actualizado a las 10:05 h.Un leve murmullo de agua y un cauce prácticamente seco marca el trazado del río do Barco, un curso fluvial que en condiciones normales tendría que ser, aún en verano, uno de los principales afluentes del Gafos en Bértola, Vilaboa. El deterioro ambiental de este riachuelo es tan grave que la asociación ecologista Vaipolorío no duda de hablar de «estado de alarma» y critica qué la acción de los humanos, con el visto bueno de las Administraciones competentes, esté en dos de las tres razones que, combinadas, considera que han llevado a este riachuelo a tener tanta agua como la que usted puede conseguir abriendo un grifo en casa.
El portavoz de Vaipolorío, Xosé Feijoo, explica que una de las causas de que este curso fluvial esté en mínimos se debe a las obras de la A-57, cuyo proyecto cree que no tuvo en cuenta ni el estado del río Gafos, ni el recorrido de sus afluentes ni la ubicación de sus manantiales y pozos.
Esta falta de sensibilidad que, según Vaipolorío demostraron «todos os partidos políticos» en las Administraciones implicadas en las obras, provocó el desvío de escorrentías, la destrucción de minas y pozos y el drama ecológico que vive hoy este riachuelo. No solo está pasando con este afluente del Gafos, río que en Vilaboa asume el nombre de Toxal, sino que también lo padecen vecinos que ahora se quejan de problemas en sus pozos que antes no tenían, indicaron desde la organización ecologista.
En opinión del dirigente de Vaipolorío, los Concellos de la comarca tenían que haber defendido una minimización del impacto en el sistema fluvial afectado por las obras de esta infraestructura y medidas que compensen los estragos. Al haberse alterado el sistema hídrico de este afluente del Gafos, su capacidad de resistencia en el verano se ha visto muy mermada.
«O río do Barco baixa do monte da Fracha, cruza o que é a circunvalación, a A-57, e aí xa coas obras o deterioran, cambian ou modifican todo o seu trazado natural e chega ao Gafos case sen auga», afirmó Feijoo.
«Consumo desaforado»
El otro problema al que se enfrenta este río está en las captaciones vecinales a lo largo de su curso, que Feijoo cree que también tienen un fuerte impacto en la disminución del caudal, sobre todo en los meses finales del verano.
Para el dirigente de Vaipolorío se está produciendo un «consumo desaforado» y no únicamente para abastecimiento doméstico, sino también para regadío de huertas y fincas, y el relleno de piscinas. «Falamos de moitos miles de toneladas de auga», manifestó.
El portavoz de Vaipolorío añadió que un tercer factor es «a seca». La escasez de precipitaciones durante el verano ha impedido que el río pueda afrontar la pérdida de caudal por las alteraciones de la circunvalación de Pontevedra y el volumen que extraen las traídas vecinales.
En opinión de esta asociación ecologista las Administraciones, tanto la autonómica como la estatal y los Concellos deben asumir sus competencias y garantizar el caudal ecológico de los sistemas fluviales afectados.