El gobierno local del Concello de Pontevedra retiene 4,5 millones ante una situación que conducía «ao colapso»

Cristina Barral Diéguez
cristina barral PONTEVEDRA / LA VOZ

PONTEVEDRA

El concejal de Facenda de Pontevedra, Raimundo González Carballo, este viernes, en el Concello
El concejal de Facenda de Pontevedra, Raimundo González Carballo, este viernes, en el Concello CONCELLO

Entre las partidas económicas bloqueadas está el contrato de basuras, las fiestas de verano o la Feira Franca

19 ene 2024 . Actualizado a las 20:16 h.

Un engranaje financiero. Es el que se ha visto obligado a hacer el gobierno local del Concello de Pontevedra al tener que funcionar con el presupuesto prorrogado del 2022 por no haber podido aprobar las cuentas del 2024 en pleno —sesiones del 29 de diciembre y del 8 de enero, esta última vinculada a una cuestión de confianza—. El concejal de Facenda, Raimundo González (BNG), quiso agradecer este viernes la labor realizada por los servicios económicos municipales, «que traballaron de maneira ímproba porque é case como facer outro orzamento».

Se refiere el edil a la retención de crédito de diversas partidas que se ha hecho para poder funcionar. Una retención que asciende a casi 4,5 millones de euros. Entre esas partidas retenidas las de mayor cuantía corresponden al contrato de prestación del servicio de recogida de basuras (911.646 euros); fiestas de verano (814.897 euros); tratamiento de residuos sólidos urbanos (567.026 euros); concierto con entidades deportivas (300.000 euros), actividades deportivas y de salud (200.000 euros) o la Feira Franca (160.000 euros). «A lectura a día de hoxe é que perigan as festas de verán e a Feira Franca, aínda que logo se podería ir a modificacións de crédito», dijo.

El escenario de partida es un presupuesto de 74,2 millones de euros, el prorrogado del 2022 —el que no se aprobó en pleno era de 94,7 millones—. Habiendo unos gastos comprometidos de 62,6 millones: 24,7 millones en personal y 34,9 en gastos de bienes y servicios, desde agua, recogida de residuos o energía eléctrica, entre otros muchos. Los 11,5 millones restantes son los que tiene el Ayuntamiento para hacer frente a otros compromisos.

Subrayó Raimundo González que la retención de crédito de esas partidas —ninguna de servicios sociales— es una solución para minorar en parte el impacto, pero que no arregla nada. Si el 31 de marzo no entra en vigor el nuevo presupuesto del 2024 —al no prosperar la moción de censura—, habrá que proceder a la retención de nuevos importes, avanzó. Reiteró que el Concello estuvo «ao borde do colapso» al no haber presupuesto y no disponer de fondos para hacer frente a cuestiones fundamentales. Gráficamente dijo ni para comprar un ladrillo o una bombilla.

El responsable de Facenda también descartó la vía del crédito bancario, ya que ese dinero prestado al Concello solo se podría destinar a bienes de equipo o inversiones, «para festas non hai esa posibilidade».