«Querida gaivota maldita»

Marcos Gago Otero
marcos gago BUEU / LA VOZ

PONTEVEDRA

Un grupo de gaviotas patiamarillas en la isla de Ons
Un grupo de gaviotas patiamarillas en la isla de Ons M.G.

Campaña de concienciación del Parque Nacional Illas Atlánticas de Galicia sobre la patiamarilla

26 jun 2024 . Actualizado a las 05:00 h.

La llegada del verano y la proliferación de las terrazas en plazas y calles de la comarca reavivan el debate social sobre las gaviotas patiamarillas, a quienes buena parte de la población ve como demasiado abundantes y muy molestas, sobre todo cuando se lanzan sobre los restos de comida en los platos en las mesas al aire. El Parque Nacional Illas Atlánticas de Galicia apoyó, a través de la Consellería de Medio Ambiente, un documental que con el nombre de Querida gaivota maldita aspira a concienciar sobre «a necesidade da súa preservación». Este trabajo lo produjo Ibis Natureza e Imaxe y está dirigido por Manuel Pedrosa y Mariam Mariño. La producción recibió una subvención de 18.000 euros de Medio Ambiente y se puede visionar en el canal de Youtube de Illas Atlánticas y en las restantes redes sociales del Parque Nacional.

La historia se centra en el nacimiento y primeros años de vida de tres polluelos de gaviota en Cíes, a las que los impulsores de este documental, de diez minutos de duración, llamaron Querida, Gaivota y Maldita, nombres que sirven también para el título de esta pieza cinematográfica.

Los nombres no fueron escogidos por azar, sino que reflejan tres cuestiones de estas aves marinas. Por un lado, hay quienes las adoran como aves esbeltas y que forman parte tanto de la cultura como del paisaje costero de Galicia. Por el otro, están sus detractores que se quejan de sus molestias, como animales que actúan como carroñeros allí donde están los hombres y que acrecientan su mala fama con sus excrementos con los que ensucian coches y fachadas.

No obstante, pese a esta mala imagen que las gaviotas tienen en la actualidad y que está, en buena medida, vinculada a las décadas en que estas aves se nutrían de los vertederos, afortunadamente ya sellados, en este documental el narrador se dirige directamente al público para preguntarles si realmente creen que hay muchas gaviotas.

La percepción que podemos tener los humanos es que sí, que son demasiadas, pero la realidad es que se ha producido un drástico descenso de tres cuartas partes de la población nidificantes de las patiamarillas en sus principales colonias, en las islas Cíes, Ons y Onza, y Sálvora. Allí, en estos archipiélagos es donde viven la mayor parte de los ejemplares de esta especie y donde se están produciendo con más claridad los efectos devastadores que la epidemia paralizante que las está matando. «Non é un bo momento para vivir como unha gaivota», se recuerda en el documental.

«Especie ameazada»

La Consellería de Medio Ambiente llega a punto de incidir en que, lejos de ser abundantes, las gaviotas patiamarillas han sufrido una pérdida numérica tan grande que «son unha especie ameazada». Y añaden desde el Parque Nacional que pese a que su silueta nos acompaña a todos los que nos criamos o vivimos en la costa, son animales «bastante descoñecidos» en lo que concierne a sus comportamientos y su papel ecológico, «de grande importancia para os ecosistemas costeiros e a súa cadea trófica grazas, entre outras cuestións, á súa variada dieta».

Solo hay que hablar con los vecinos de Ons, que son los gallegos más apegados a las Illas Atlánticas, para evidenciar el retroceso de las patiamarillas en las Rías Baixas. En el Parque Nacional están preocupados por lo que está pasando y en el documental se explican los esfuerzos que se hacen para intentar frenar la expansión de esta epidemia. Se vigilan las zonas de cría y se intenta salvar el mayor número de aves enfermas posible. No se conocen las causas, pero cuando esta plaga aparece, las gaviotas pierden progresivamente la facultad de volar e incluso de alimentarse, y mueren de inanición.

Hasta hace veinte años las principales colonias estaban en Cíes y en Ons. En la actualidad, la cifra mayor de nidificantes está en Sálvora. La Xunta ha llegado a habilitar en la isla arousana un hospital de tratamiento temprano para los ejemplares afectados por la enfermedad paralizante. Con un sencillo tratamiento de suero y alimentación complementaria, los técnicos que atienden a estos animales enfermos logran salvar a la mitad. Pese a todos los esfuerzos, las patiamarillas siguen siendo vulnerables en las Rías Baixas y su futuro inquieta a aquellos que velan por la biodiversidad de las Illas Atlánticas.